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27.2.18

Ein Trost / Konsolo / Consolation / Un consuelo (Heinz Kahlau)

Heinz Kahlau













"Ein Trost"

Wenn einer stirbt, ist gut, sich vorzustellen,
dass er gereist sei in ein fremdes Land,
aus dem er nicht mehr vorhat heimzukommen.
Drum gab er euch beim Abschied nicht die Hand.

Er schreibt auch nicht und sendet keine Grüße.
Er brach mit allem, was mit euch war, ab.
Er machte sich ganz plötzlich auf die Reise
und hinterließ euch deshalb all sein Hab.

Dort, wo es gut ist, wieder fortzulaufen
ist ihm, bei allem Heimweh, doch zu blöd.
Euch ließ er da. Ihr könnt es ihm verübeln.
Es kommt der Tag, an dem ihr ihn versteht.

===





"Konsolo"

Se iu mortas, estas bone pensi,
ke ian fremdan landon li foriris,
el kiu jam ne planas li revenon.
Pro tio adiaŭon li ne diris.

Ne skribas li nek sendas plu salutojn.
Por li ĉio rilata kun vi pasis.
Li devis ekveturi tro subite,
kaj tial ĉian havon li postlasis.

Bonas en tiu land'. Reforkuremo,
malgraŭ la hejmsopiro, lin ne prenos.
Li lasis vin. Vi eble lin rankoras.
Venos la tago, kiam vi komprenos.





(trad. István Ertl en Kaj ni solas)

===


"Consolation"

When someone dies, it is well to think,
That they have travelled to a foreign land,
From which they do not intend to return.
Therefore, in parting, they shook not your hand.

They write you not, nor send you salutations.
What you had together, has now truly passed.
For they had to part in a sudden manner
All that they had, now they must cast.

Despite their homesickness, they would not consider
To flee back from yonder livable land
They have left you and yes, you might resent them.
But the day will come when you will understand.







(trans. Wael Almahdi)

===


"Un consuelo"

Si alguien muere, es bueno imaginar
que ha viajado a un país lejano,
del cual no piensa ya volver a casa.
Por eso no se despidió dando la mano.

Tampoco escribe ni envía saludos.
Rompió con todo lo que os unía.
De repente se fue de viaje
dejándoos todo lo que tenía.

Pese a la nostalgia, no tendrá ganas de volver
de allí, donde tan bien se está.
Aquí os dejó. Podéis tomarlo a mal.
Llegará el día en que lo entenderéis sin más.




(trad. Jorge Camacho)
(PD: he añadido "sin más" al último verso para mejorar un poco las rimas)

7.9.10

el tiempo

"[Si el tiempo es una dimensión] un acontecimiento 'pasado' no 'deja de existir' sino que permanece en su lugar según esa dimensión - igual que en un relato provisto de significado (un mito)."

(del blog de Ken Miner, entrada de 23.08.2010)

31.8.10

Elegía a Ramón Sijé



El pasado día 12 de junio, ante el monumento dedicado a Miguel Hernández (1910-1942) en el madrileño parque del Oeste, un grupo de hablantes y simpatizantes del esperanto asistimos a un homenaje poético bilingüe con motivo del centenario del nacimiento del poeta. El homenaje consistió en la lectura de varios de sus poemas así como de las versiones en esperanto de esos mismos o de otros, en traducción de mi gran amigo y también gran poeta Miguel Fernández, a quien podéis ver aquí recitando en español la Elegía a Ramón Sijé de su casi tocayo Miguel Hernández.

30.8.10

una frase

No os alarméis por la última entrada de mi blog ("cuando muere un ser querido"). No ha muerto nadie a quien yo conociera directa o personalmente, pero diversas circunstancias me han hecho recordar estas palabras de mi amigo Felip y me han animado a intentar fijarlas y compartirlas por escrito, ya que probablemente se trata de palabras de las que más han cambiado mi forma de pensar en lo que llevo de vida.

Un fuerte abrazo,

Jorge

29.8.10

cuando muere un ser querido

"Cuando muere un ser querido, tu relación con esa persona no acaba: cambia."

Felip, c. 1996 (cito de memoria)

27.6.10

Todo nada

A partir de un cierto punto ya no hay vuelta atrás.
Hay que llegar a ese punto.

Franz Kafka


Con esta cita comienza la novela Todo nada, de la joven narradora mexicana Brenda Lozano, de la que os hablaba en una entrada de este blog de noviembre del año pasado, novela que empecé a leer ayer y que he terminado esta misma tarde.


Pues bien, Brenda Lozano ha estado unos días en Madrid para participar en un encuentro con (y de) nuevos narradores latinoamericanos, a cuya última jornada asistimos Chen y yo mientras la mayor parte de los españoles veían el partido de fútbol España-Chile, el viernes pasado. Fue interesante descubrir que, salvo en el caso de ciertos autores consagrados en vida (el primer nombre que se me ocurre es el de Bolaño, cuyas obras no he leído; o el infumable Ruiz Zafón) y cuyas obras se distribuyen tanto en España como en diversos países de América Latina, la mayoría de escritores tienen una distribución limitada a uno o dos millares de ejemplares como máximo y en el propio país en el que escriben. Todo nada, por ejemplo, ha sido publicada por la editorial Tusquets, pero Tusquets México, no la editorial hermana española, razón de que de momento no se distribuya ni, que yo sepa, pueda encontrarse en nuestro país.

Brenda (la llamaremos por su nombre de pila como incipientes amigos que creo que somos) nos regaló y dedicó un ejemplar de la novela. No voy a describirla ni contaros su argumento en detalle (salvo que trata de la relación entre un anciano gastroenterólogo mexicano y su nieta ya adulta, relatada por ella misma), simplemente os la recomiendo, tiene fuerza y... No sigo. En su lugar, cito a continuación el primer párrafo del capítulo 31 (p. 130) que, sin ser en absoluto representativo, sí que se presta a citarlo sin más explicaciones.


"Me echo en el sofá. Observo la televisión. Cambio de un canal a otro. Un documental. Un gorila en un documental. Un narrador español habla del gorila. Un gorila de montaña. Doscientos cincuenta kilos. Macho de espalda plateada. Duerme diez horas. Un gorila que pasa catorce horas echado en una piedra. No hace nada, dice el narrador, más que descansar. Pero, desde mi punto de vista, hace todo: se echa en una piedra todo el día y juega con una rama. Juega con una rama, la mastica. ¿Cuáles son las expectativas que tiene un narrador de documentales? ¿Acaso el narrador de documentales compara a un gorila con sus actividades semanales? ¿Si el primate fuese al banco, a la oficina, a una junta, el narrador se expresaría mejor de él? El gorila mastica lentamente. Exhala lento. Pareciera que no tolera la voz del narrador, pareciera que, de tenerlo enfrente, deglutiría al narrador."


En fin, a ver si se edita también aquí esta novela, os hacéis con ella y os gusta... De las lecturas por parte de diferentes autores que amenizaron con ellas el final de la jornada, me gustó y divirtió en particular un cuento del colombiano Nelson Calderón, al parecer inédito, sobre un loro que no habla... hasta que se decide a hacerlo. Si alguien encuentra ese texto, le agradeceré que me lo comunique. Y eso es todo por hoy, amigos.




27.12.09

esas visitas taiwanesas...

A principios de diciembre estuvieron unos días en casa dos amigas taiwanesas, Cecilia y Fátima. Por alguna razón Chen y yo no tenemos ahora fotos de ellas, pero ya aparecerán por aquí cuando las recibamos. De quienes sí tenemos es de Tzu-Wen, compañera de Chen en la universidad, que nos visitó días más tarde en compañía de su marido David y sus hijos Lu-Lu y Chen-Lu.


Henos aquí a todos, distribuidos por géneros...


El inofensivo panecillo de la primera foto cobra, visto en primer plano, el aspecto de un bicharraco amenazante, o de un incomprensible pez abisal.


Aquí vemos a los dos hermanos, con Chen parapetada tras la tapa de su portátil.


Cambiando de tema, uno de estos fines de semana visitamos a mi primo Francisco Javier y familia. Pues bien, resulta que sus hijos juegan con los mismos soldaditos de plástico que se vendían en sobres de papel con los que jugaba yo de pequeño (y cuando digo los mismos me refiero a que son las mismas piezas, pues yo jugaba con Ricardo, otro primo mío, hermano menor de Francisco Javier; al contrario que yo, ellos sí han conservado sus hormigueantes ejércitos de variados colores).


¿Y a qué viene este chute de nostalgia? Pues a que son las dichosas fiestas de fin de año, a qué si no...

2.12.09

Roma II

Separan estas imágenes 22 años...



... y algunos quilos de más, tal vez...




MCMLXXXVII - MMIX
1987 - 2009

15.9.09

poemas de Llorenç

Poco después de volver del Himalaya, mi cuñado Llorenç me ha enviado un par de poemas en mallorquín. Aquí podéis leerlos, seguidos de mi traducción, junto a varias fotos del mismo viaje (la versión en esperanto la reservo para la revista).



Himalaya

muntanyes en cadena
vespres estrellats
nits de lluna plena
dies assolellats
matins de serena
desperten sentiments molt amegats



Himalaya

montañas en cadena
tardes estrelladas
noches de luna llena
tórridas jornadas
madrugada serena
brotan emociones largamente enterradas



Ladakh

terra de grans muntanyes,
gent esquinçada, glaceres
d'aigua d'un mon vell

en el sól,
cargols dormits, pols i arena

en l'aire,
aire sense aire



Ladakh

tierra de grandes montañas,
gente gastada, glaciares
de agua de un mundo viejo

en el suelo,
caracoles dormidos, polvo y arena

en el aire,
aire sin aire


27.8.09

Quieto y Joana

Aunque a veces su autor no pueda evitar pequeños excesos de estilo, os recomiendo esta obra sobre la que podéis leer un artículo de Javier Cercas (gracias, Antonio) y otro de Nuria Barrios (gracias, Nuria, si bien me dice un amigo que en tu reseña cuentas demasiado del libro):


En cierto sentido, su lectura me remite a la del que probablemente sea el mejor libro de poemas en catalán, y en castellano, de los últimos años (sí, Margarit también escribe poemarios bilingües, de altísima calidad).

4.8.09

despedidas

Después de la de ayer, hoy he vuelto a ver (con mi amiga Silvia) otra película japonesa que también trata de padres e hijos, de abuelos y nietos, de la vida y los vivos y la muerte y los muertos... Tiene más cambios de tono y de ritmo que el otro filme, con episodios de humor un tanto tosco de vez en cuando y con escenas melodramáticas en exceso, pero en conjunto es una película valiente, que aborda con delicadeza y buen gusto los temas antes mencionados, tabúes en nuestra sociedad consumista, falsamente idólatra de la juventud.



Desde nuestra yanorrecuerdocuantésima luna de miel en Japón en 2005, las películas sobre este país me suelen gustar incluso más que antes, pues me permiten fijarme en infinidad de detalles que de otra modo me habrían pasado desapercibidos. Una vez más me entran ganas de releer de nuevo (me gustaría hacerlo todos los años) esa obrita maestra de Tanizaki sobre la estética japonesa, su breve ensayo "El elogio de la sombra", editado por Siruela.


Estil Guanquin

A principios de año recomendaba la lectura de un cómic que me regaló mi amigo Kaplan, El almanaque de mi padre. Pues bien, ayer Chen y yo fuimos a ver una película que trata los mismos temas y que también os recomiendo (así como el restaurante In Situ, en Valverde 40, más cerca de Tribunal que de Gran Vía, al que fuimos después de la peli para completar el plan cine+cena).



PD: Lo de los títulos en España cada vez es más absurdo. Resulta que el título japonés "Aruitemo, aruitemo" (supongo que significa algo así como "Caminando, caminando" o "Caminamos, caminamos", con cierto matiz de "aunque", y que procede a su vez del estribillo de una canción) lo traducen al inglés con subtitulillo en castellano. Había que ver a la gente en la cola del cine pidiendo entradas "para la película japonesa esa, Estil Guanquin".

El colmo, como bien resume Kaplan en una entrada de su blog, lo encontramos en la novela y película "Disgrace" (es decir, "deshonra, vergüenza", aquí traducidas por desgracia como "desgracia"), así como la trilogía de novelas de Stieg Larsson (claro que la palma se la lleva la "traducción" al inglés del primer título de la serie).

26.7.09

morriña de los 80

Aunque nací en los 60 (soy caballo de fuego) y seguí creciendo en los 70, os recomiendo la canción y el vídeo siguientes:


2.4.09

avispofilia

Retomo la última imagen de la entrada sobre avispas para contaros de dónde, o más bien de cuándo procede mi avispofilia (no confundir con arzobispofobia, ingenioso título de un divertido CD de Mamá Ladilla).


Hará unos 30 años, cuando vivía en la calle Chantada del barrio del Pilar, recién llegado a Madrid, a un amigo nuestro algo mayorcete llamado Raúl (q.e.p.d.) le picó una avispa en la muñeca al principio del verano. Para vengarlo, la pandilla de chavales nos pusimos a matar avispas en la calle, en los charcos y jardines así como en los solares de detrás del edificio. Debíamos de matar cada uno de los diez o doce chavales otras tantas avispas al día, primero con palos y luego con la mano (esto último sólo uno o dos amigos y yo, si no recuerdo mal). Un día vi una avispa en la hierba, le di un golpe rápido con la palma de la mano y, al ver que había fallado y que todavía se movía, dirigí la mano de nuevo contra ella; entre tanto la avispa tuvo tiempo de revolverse de modo que consiguió clavarme el aguijón en el dedo corazón de la mano derecha. Supongo que acertó en alguna venilla o capilar, porque desde entonces sigo teniendo la marca de la hinchazón en ese dedo. El caso es que la muy cabrona se ganó mi respeto. A partir de entonces mi amigo Alberto y yo golpeábamos a las avispas con suavidad sólo para aturdirlas y poder cogerlas de las alas con los dedos, de forma que su aguijón no pudiera tocarnos más que las uñas. Luego las introducíamos en cajas de cartón con ventanucos, portezuelas etc de vidrio o de plástico transparente, y supongo que las alimentábamos o que nos entreteníamos de algún modo con ellas...



Y aquí tenemos la foto completa de la que extraje el detalle del dedo, con Lea a la izquierda.

13.1.09

El almanaque de mi padre

La primera lectura de este año, en el aeropuerto y durante el vuelo a Mallorca, ha sido el cómic japonés El almanaque de mi padre, de Jiro Taniguchi, estupendo regalo de Kaplan, tanto más ahora que en casa ya no me caben más libros y que al menos la mitad o los dos tercios de los que tengo aún no los he leído (lo digo porque se trata de 3 cuadernos o libritos de unas 90 páginas cada uno que apenas pesan ni ocupan lugar).

A este tipo de cómics para adultos, con historias serias, coherentes, muy bien narradas, se los denomina novela gráfica, quizás para despejar las dudas de quienes sospechan que leer tebeos es cosa de críos. En este caso Youichi, el protagonista, vuelve a su ciudad natal para asistir al funeral de su padre, al que no veía desde hacía años, y a quien irá redescubriendo y (re)conociendo a medida que consigue abrirse camino en la bruma de los recuerdos.
Os lo recomiendo, entre muchas razones, para que experimentéis al leerlo, como a mí me ha ocurrido, la sencilla universalidad de sentimientos como la tristeza, la incomprensión o el amor.

30.9.08

nuestro padre

Hoy hace 7 años que murió mi madre, María. Y el 1 de diciembre habrán pasado 12 años desde que murió mi padre, Anastasio. Hace unos días, el 21 de septiembre, inspirado por una frase del poema Posesión del ayer (del libro de poemas Los conjurados, de Borges), escribí en esperanto un texto cuya traducción podéis leer a continuación:

Nuestro padre


Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado.

Jorge Luis Borges


Nuestro padre ha muerto y está siempre a nuestro lado. Nuestro padre siempre estaba al lado, incluso durante sus ausencias, frecuentes y prolongadas. Y nosotros, los pequeños, ¡cuántas cosas le pedíamos una y otra vez, seguros de que nos lo traería todo! Como si del modo más natural tuviera a su disposición todos los remedios, soluciones y respuestas. Nuestro padre siempre se encontraba bien, o al menos eso nos parecía. Y ahora, cuantos más años pasan desde que murió, empezamos a comprender, a vislumbrar lo que siempre fue evidente. Y nuestro padre se va haciendo cada vez más humano, más igual a nosotros y casi de nuestra edad. Un hombre normal, con problemas y dilemas; con aficiones, secretos, goces. Los antiguos romanos, los japoneses y los chinos modernos convierten a sus difuntos en cálidos dioses del hogar; yo también veo a mi padre, al principio o al final de cada noche, en la foto del improvisado altarcillo que tengo en el dormitorio. Pese a la niebla, pese a la distancia, nos seguimos dirigiendo a nuestro padre para pedirle consejo o para enseñarle algo, o quizás para continuar la conversación inacabada e inacabable, el diálogo en cadena asumido sin darnos cuenta y que continuaremos en silencio. Nuestro padre, nuestra madre han muerto y están siempre a nuestro lado.

12.7.08

pizza en Valladolid

Acabo de pasar el jueves y viernes en Valladolid por motivos de trabajo. Ahora, con el AVE, se tarda poco más de una hora en llegar, y vale la pena. Es tranquila, relativamente pequeña y, pese a la fama (Fachadolid), no creo que en proporción tenga más fachas que este Madrid que desde hace más de veinte años ha querido que lo gobierne gente como Álvarez del Manzano, Gallardón o Aguirre. Mi primera recomendación es una auténtica pizzería italiana, Il Capocchione, en la calle San José 12, enfrente de la Estación de Autobuses y no lejos de la de ferrocarril. La lleva mi amigo Cecio (pronúnciese Checho) y ofrece pizzas y pasta verdaderamente italianas. Yo me tomé la pizza Capocchione, con jamón serrano, rúcola y un huevo frito, acompañada de una copa de vino blanco. Prefiero no poner ninguna foto, en primer lugar porque no tengo, y en segundo para ver si os imagináis vosotros mismos la pizza. La segunda recomendación no es mía, sino de mi amiga Silvia. Le pregunté con un sms si podía recomendarme una plaza, un café o una librería donde pudiera hacer tiempo esperándola hasta que ella saliera el jueves por la tarde de su trabajo. Me recomendó el bar-librería (de segunda mano) Las Horas Lentas, en la plaza del Viejo Coso, antigua plaza de toros octogonal de ladrillo rojo reconvertida hace tiempo ya en viviendas, y que me recordó la arquitectura de fábricas y viviendas para obreros que se puede encontrar en ciudades escocesas o en la finlandesa de Tampere; la plaza está algo escondida, y tiene entrada por la calle de San Quirce.


Allí pasé un par de horas en las que me trasegué tres cervezas y dos títulos y medio de Tintín (la verdad, las historias eran mejores en mi recuerdo que ahora, tras la relectura). Cambiando de tema, ayer por la tarde vimos en vídeo el documental Arroz con leche, de nuestra amiga Arantxa, la propia directora o realizadora: se trata de un corto de 23 minutos con entrevistas a mujeres que en determinado momento de su vida decidieron separarse de sus maridos para recuperar la autonomía o libertad perdidas. Muy interesante. A ver si lo ponen en algún sitio, aunque sea en internet.



Con esto paso al libro "Afganistán como un espacio vacío", de Marc Herold, traducido por mi amigo Joan Felip y publicado por la editorial FOCA, que me ha inspirado la siguiente copla (véase páginas 35-36):


Afgana talibo diris
al soldat’ el Okcidento:
vi disponas la horloghojn,
sed ni disponas la tempon.

El afgano talibán
dijo al soldado extranjero:
vosotros tenéis reloj,
nosotros tenemos tiempo.



1.6.08

el cuervo

Uno de mis animales favoritos, junto con la avispa y las arañas, es el cuervo. Tiene mala fama, no sólo por su color negro y porque no canta, sino sobre todo por culpa de la historia bíblica de Noé, el arca, el diluvio y la dichosa paloma con la ramita de olivo en el pico (por cierto, odio a las palomas de ciudad, verdaderas ratas aladas). El cuervo siempre me ha parecido noble y elegante. Dicen, además, que se trata de un pájaro muy inteligente, capaz también de imitar el habla de las personas, como los loros y papagayos.


Pues bien, recuerdo haberle oído contar a mi padre que su propio padre tenía un cuervo al que le habían cortado la parte inferior del pico de modo que no podía alimentarse por sí solo y tenía que hacerlo de la mano de mi abuelo. Éste llevaba al cuervo en el hombro, como si fuera el loro de un capitán pirata. El cuervo estaba suelto y podía volar en cualquier momento; de hecho, lo hacía a menudo, pero siempre volvía al hombro de mi abuelo.

Un día, en el bar o taberna del pueblo, le dieron a beber unos sorbos de vino, con el resultado de que el pobre pájaro murió intoxicado. Y con ello acaba la historia del cuervo y mi recuerdo de ella, recuerdo extrañamente no compartido por ninguna de mis hermanas, aunque a uno de mis cuñados sí que le suena.

¿Me lo habré imaginado yo todo? La propia historia, el que me lo hubiera contado mi padre, la suerte del cuervo... A estas alturas cada vez me resulta más difícil distinguir los recuerdos de la imaginación.

29.5.08

Extremadura 2

Camino de Badajoz nos detuvimos a visitar el cortijo que arrendó mi otro abuelo, el materno, hasta que en 1948 adquirió otro cortijo junto al pueblo de Granja de Torrehermosa. Como veis, está abandonado desde hace bastante tiempo.



Éste es el abuelo del que os hablo ahora, Marcelino Cordón Sánchez, explotador agrícola además de carpintero y ebanista (él mismo hizo el espejo y la trona de madera que tenemos ahora en casa en el salón) . No llegué a conocerlo, pues murió antes de nacer yo.




Y aquí tenemos a mi abuela materna, Modesta Doblado Durán, a la que sí conocí, aunque murió cuando yo debía de tener tan sólo unos 8 años.




Esta foto muestra a mis abuelos con sus ocho hijos, ya en el otro cortijo.




Por último, y de vuelta al presente (¿de verdad?), aquí estoy yo delante del colegio de los maristas de Badajoz donde cursé de 1º a 4º de la Educación General Básica, de 1972 a 1976.



Extremadura 1

No puedo mostrar fotos de Siruela, el pueblo de mi padre, pero sí del cercano embalse de La Serena, rodeado de encinares:

Mi hermana y yo hicimos todo el viaje de ida por carreteras secundarias, evitando las autovías, parando cuando nos apetecía, para estirar las piernas o disfrutar del paisaje, por ejemplo de esta vista tan típica de Extremadura (así como de Ciudad Real y otras provincias): una dehesa, con las encinas siempre verdes entre el campo de cereal (¿trigo?) y el cielo despejado.


Camino de Badajoz nos encontramos con esta piara de cerdos ibéricos "pata negra" (el de la derecha soy yo).
Para almorzar paramos en Puebla de la Reina, cerca de Almendralejo. En la plaza principal, detrás de la iglesia, se encuentra el Mesón La Jara - Casa Andrés. De primero tomamos un plato llamado cojondongo (del gañán); se trata de un picadillo de tomates, pimientos y cebolla, aliñado con una suerte de gazpacho bien cargado de ajo, muy refrescante y nutritivo: