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26.1.12

las cavernas de piedra y los lugares benditos

"Quienes insisten en visitar las cavernas de piedra y los lugares benditos, por lo tanto, han dejado mucho sin visitar; es más, no han visitado nada. Porque quienes no llegan a ver el misterio y la grandeza de una simple cerca o un perro, han visto solamente lo que no es grandioso ni misterioso en las cavernas de piedra y los lugares benditos."

Chin Shengt'an (CHIN Wei, m. 1661), citado por Lin Yutang en "La importancia de vivir"

4.5.11

Évora - y 4

Fuimos también al campo, a esas dehesas de encinas y, sobre todo, alcornoques con interesantes monumentos arqueológicos.


Por ejemplo, el cromlech de Almendres, "el mayor de la península y uno de los más notables de Europa", de unos 6.000 años de antigüedad. Más abajo incluyo la traducción al español de un poema que he escrito inspirado por esos "95 pedruscos ahuevados", como los llamaba irreverente el periódico.







el cromlech

entre encinas y alcornoques,
entre levante y poniente,
sobre el eje de la ladera que anhela el valle,
se yergue una elipse de altas piedras
como la dentadura de un gigante
o (diríamos ahora)
como huevos de enormes saurios, fósiles.

a veces, también en aquel tiempo, ya de noche
los hombres volvían a las grutas o cabañas
tras la ceremonia en este templo
en cuyas frescas columnas se concretaba, inamovible,
el común y firme esfuerzo.

ahora las cubren líquenes.

Évora-Madrid, 1-3.5.2011


1.1.11

la Santa Hacha

En el nombre de

Si él hubiera muerto
no crucificado sino
por decapitación,
¿ocurriría todo ahora
desde entonces
en el nombre de la Santa Hacha?



Heinz Kahlau



[imagen tomada de aquí]

[poema traducido a partir de la traducción del alemán al esperanto por István Ertl]

28.12.10

el horror


Esta mañana, al salir del metro, he vuelto a toparme con la enorme cruz que han erigido para una misa gregaria que tendrá lugar en la Plaza de Colón el día 2 de enero. Es tan horrorosa como la que aparece en los primeros minutos de la película El día de la bestia y que casi acaba con el personaje de Álex Angulo. Por desgracia o por suerte, en la foto que acompaña a esta noticia no ondea la descomunal bandera española de la misma plaza. Os aseguro que la visión conjunta de ambos engendros a primeras horas de la mañana, cuando todavía es de noche, hace pensar en un mundo paralelo en que España estuviera de nuevo dominada por el nacionalcatolicismo franquista. ¿O no tan paralelo?


Aunque de perfil parece un trampolín de piscina olímpica (como para que Rouco se tire en tanga y con gorrito arzobispal de baño sobre el asfalto del paseo de Recoletos), tiene razón mi amiga Rocío al decir lo siguiente: "Ganas dan de disfrazarse de condón y pasearse ese día por entre los asistentes. ¿Te imaginas que en lugar de esa cruz hubiesen puesto un preservativo, del mismo tamaño, y todos alabando al Gran Condón Redentor? ¡Imagino qué hubiese puesto Leo Bassi!".


[foto tomada de aquí]

9.11.10

Egipto 4

Por último, cinco imágenes de El Cairo.


Con Maria, a la entrada del café La Libertad, sitio perfecto para descansar de la ardua tarea de hacer turismo tomándose una o dos cervecitas (gracias, Silvia).


Chen y dos figuras negras, una quieta (¿la diosa egipcia Bastet?) y otra en movimiento.


Vista de la ciudad al atardecer desde el alminar de la mezquita de Al-Azhar.


La Ciudadela de Saladino, desde el peculiar alminar con forma de zigurat de la mezquita de Ibn Tulun (gracias, Javier).


El propio patio de esta última mezquita.

Todo lo demás (el tráfico de El Cairo; la comida egipcia; lo que para nosotros tienen en común el Egipto faraónico y el islámico; etc) os lo cuento mejor en persona.

15.3.10

celebraciones

Siempre hay algo que celebrar. Cualquier pretexto es bueno. Si no hay que inventárselo, mejor. Si se dispone de una fiesta estupenda, como el Año Nuevo Chino (¡hola, tigres y tigresas del mundo!), ¿qué más se puede pedir? Y por si eso no bastara, son tres mozas taiwanesas (Avis, Hsiao Lu y Chen) las que se encargan de revisar con suma atención la carta para elegir los mejores platos...



Así que aquí nos tenéis (Alex, Julio y yo junto a las tres formosianas recién mencionadas), hace ya más de un mes, en torno a la mesa coronada por la olla o caldero donde se va preparando el tradicional cocido chino.



¡Pero una fiesta como esta da para mucho más! Hay que seguir celebrándolo, esta vez con Lin y Cristóbal, en un restaurante vegetariano de camareros tardonamente apresurados y meteprisas al que probablemente no regresemos nunca.



Momento mojito con Cristóbal (el cazador cazado):



Días más tarde, cuando el tigre del 2010 ha dado ya las primeras docenas de sigilosos pasos, volvemos a celebrar esto mismo o cualquier otra cosa (tanto da) con otros buenos amigos, Charlotte, Miguel y familia, en un restaurante de fusión asiático-americana cercano a Tribunal.



Lo dicho: siempre hay algo que celebrar...

24.2.10

qué hacer con el capitalismo

Acabo de leer el libro Educación para la ciudadanía. Democracia, capitalismo y estado de derecho, de Carlos Fernández Liria, Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, y que, como bien dice la página de la que he tomado prestada la imagen de la cubierta (del genial Miguel Brieva), "no es exactamente un libro de texto para 2º de ESO sino más bien una revisión crítica desde la izquierda de los contenidos de esta nueva materia". En mi opinión, se trata de un texto intermedio entre el ensayo y el panfleto, con más denuncia que preguntas y, por supuesto, que respuestas, pero que al menos da que pensar o hace repensarse algunos de los mitos y falacias más firmemente arraigados en el parecer de las gentes.


A mí no me cabe ninguna duda de que el capitalismo, sistema parido por Europa y sus derivados (lo que se suele llamar "Occidente") y extendido hoy en día prácticamente por todo el planeta, es un sistema demencial que ha transformado el mundo, todo el mundo, en un degradante mercado de seres humanos y para el que parece que no hay alternativa posible (desde luego no lo fueron los experimentos "comunistas" de criminales como Stalin o Mao). La noción de dinero es un lenguaje sin el cual somos incapaces de tratar el mundo humano y el universo en que este mundo se aloja. Como invenciones humanas, esa noción y ese lenguaje me parecen de las más desafortunadas de nuestra historia. Da la impresión de que ni los individuos ni siquiera los gobiernos, sean del signo que sean, pueden hacer nada para modificar sustancialmente esta situación. Cada cierto tiempo una crisis del capitalismo se lleva por delante las economías de cientos de miles o quizás de millones de personas, pero (salvo parches como los aplicados por Obama y compañía) nada se hace al respecto, como si se tratara de una catástrofe de la naturaleza. Los privilegiados que vivimos en el primer mundo podemos decir que tampoco vivimos tan mal, aunque tengamos que aguantar nuestras jornadas de treintaitantas horas semanales durante no-sé-cuántas semanas al año a lo largo de 30 ó 40 años de vida laboral, atados a nuestras nóminas e hipotecas, madrugando para que nuestros benefactores los empresarios se sigan sacrificando por el bien de la especie al tiempo que aumentan sus beneficios. Pero nuestro bienestar es el anverso del horror en el que viven el resto (la mayoría) de los habitantes del globo: penuria, precariedad, pobreza, explotación, enfermedades, hambrunas, guerras.


¿Qué se podría hacer, pues, con el capitalismo? ¿Realmente no hay alternativa? ¿Por donde se podría empezar?

2.2.10

2012

"Nuestra juventud es decadente e indisciplinada. Los hijos no escuchan ya los consejos de los mayores. El fin de los tiempos está próximo."

(Anónimo caldeo, hacia el año 2000 a.C.)

29.12.09

¿Es usted creyente?

-¿Es usted creyente?
-No, soy pensante.



[leído aquí]

18.12.09

e...festivamente

Tomo el título de una ocurrencia de Ana, compañera de trabajo con la que comparto mesa y buenos ratos entre rutina y rutina.

Resulta que, acostumbrados a que las basílicas sean en la actualidad un tipo de iglesias cristianas, nos olvidamos de que, en su origen, se trataba de grandes edificios que los romanos utilizaban para actividades comerciales y judiciales, una suerte de foro bajo techo. Su propio nombre significa "(vestíbulos o salas) reales". Pues bien, cuando los cristianos dejan de ser perseguidos y su número se va haciendo cada vez mayor, ante la imposibilidad de utilizar para sus rituales los templos de la religión romana, se apropian del amplio espacio de las basílicas, convirtiéndolas en iglesias. Todavía puede sentirse en basílicas como la de Santa Maria Maggiore* en Roma, al igual que en el espléndido Panteón, la presencia del viejo paganismo latiendo en las columnas.


Por suerte el paganismo ha vuelto, al menos otro paganismo, de modo que hoy por hoy la propia basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano la invaden cada día no tanto los peregrinos o los devotos cristianos que cabría esperar, sino hordas de fieles de la nueva religión de nuestro tiempo, el consumismo (que en este caso se manifiesta en forma de turismo, otro modo más de consumir).


Otro tanto ha ocurrido con este periodo festivo de las navidades, en el que ya prácticamente nadie celebra plenamente el hecho de la natividad, nacimiento o parto de cierto bebé, el famoso Jesús al que otros llamarían luego "Cristo", es decir, el ungido. Todo es consumo, gasto, derroche... y bien que me alegro de ello. El cristianismo, que usurpó las fechas de las fiestas paganas para poner las de sus santos o la del alumbramiento de su mesías, se ve desplazado por la navidad contemporánea, hedonista y obscena.

Pensándolo bien, es curioso que intentemos desconectar de la rutina durante las semanas que circundan estas fiestas, y que hagamos otro tanto durante las vacaciones de verano, o en Semana Santa... Como si necesitáramos estar de fiesta casi la cuarta parte del año.



Dicho lo cual, os deseo unas felices fiestas de solsticio de invierno (la semana que viene los días volverán a ser más largos poquito a poquito) y un estupendo MMX / 2010.

(* Las 3 imágenes son de SMM, y se encuentran en WikiCommons o en Panoramio)

2.12.09

Roma & IV

Va llegando la hora de despedirse... y de recordar lo rica que está la alcachofa frita como antipasto o entrante...


La última tarde nos acercamos a la Ciudad del Vaticano, en la que reside el papado, institución enemiga de la libertad y el conocimiento (palabras sinónimas) durante tantos siglos en Europa; la sede de la represora y reprimida Iglesia Católica, esa que con una mano reprende lo que menea o manosea con la misma (o con la otra). En fin, no os sorprenderá que la Basílica de San Pedro me dejara frío (hasta la palabra "basílica" ha sido usurpada por el cristianismo), casi tanto como un remedo del mastodóntico Palacio de Justicia bruselense, pero recubierto de oros y mármoles y custodiado por un ejército folclórico de arlequines y pitufos.


Ya de noche quedamos a cenar con la pareja italotaiwanesa que os comentaba, a saber: Alfonso...


... y Yiyi, con los que nos pusimos las botas en una pizzería del barrio universitario de San Lorenzo (recomendada también por nuestro amigo Andrea).


Y ahora sí, amigos & amici, pongo punto final a este reportaje o diario ilustrado con un gran saludo a todos vosotros y, en particular, a quienes habéis coincidido con Chen y conmigo en alguna de las etapas de este viaje.


Ciao, Italia! Arrivederci!

Roma I

No tenemos fotos de nuestro primer día en Roma, porque se nos averió el cargador de la batería de la cámara. Para resumir: Paseamos por la ciudad sin enterarnos demasiado de la película; alucinamos con las nubes de millares de estorninos, uno de los cuales me cagó desde las alturas acertándome en la pierna (luego alucinaríamos con la profesión de asustador, ahuyentador o espantador de pajarracos); cenamos con Yiyi y Alfonso, pareja de amigos italotaiwanesa a la que veremos pronto por aquí; y después nos tomamos una copa en el Trastévere (el barrio al otro lado del río Tíber) con nuestra amiga Katia, que se encontraba en Roma trabajando en la conferencia de la FAO. A medianoche, en el bar donde disfrutábamos de unos mojitos, empezamos a celebrar mi cumpleaños... Y luego, de vuelta al hotel, perdí la orientación y la reputación (de guía-intérprete acompañante). Así que la primera foto que pongo es del día de mi cumple.


Esto del cumpleaños no es una obsesión mía, sino un macguffin más sobre el que escribir (y que celebrar, claro). Pues bien, el mejor regalo que podría recibir se materializó en la presencia de nuestro amigo Ranieri, que nos acompañó y guió por toda la ciudad durante 11 horas, almuerzo y cena incluidos (¡menos mal!). Qué manera más interesante y amena de volver a lugares por los que habíamos pasado sin percatarnos el día anterior, o descubrir muchos otros nuevos, de la mano de un romano de adopción gran conocedor de la Roma clásica y, sobre todo, de la barroca, hasta el punto de hacerme comprender o, mejor dicho, sentir por vez primera lo que el Barroco significa.

(En cierto momento nos cruzamos con el nuevo líder de los socialistas italianos, Bersani, y de algún modo Ranieri consiguió que se detuviera a saludarnos y estrecharnos la mano, como todo político que se precie. Dado que no nos dio tiempo a desenfundar la cámara, nos tuvimos que hacer la foto con él un día más tarde, y en diferentes circunstancias)


A veces, como en el caso de los igualmente infatigables Gian Carlo (en Turín) o Nicolino (en Nápoles), preguntábamos a Ranieri si estaba cansado, con la esperanza de que nos dijera que sí para poder sentarnos un ratito ante una copa de vino o una taza de café, pero ni por ésas...


Al igual que en la visita del Museo Egipcio de Turín; que en el Campo de los Milagros, en Pisa; o que con el Vesubio en el horizonte, asimismo también en Roma sentí un estremecimiento al contemplar por primera vez, y al penetrar más tarde en el espacio que alberga, el Panteón romano.


Por último, Ranieri cenó pizza romana (de masa más fina y crujiente que la napolitana, y con los bordes más churruscaditos), y nosotros... canelones y ñoquis, que de todo hay que probar.

29.11.09

Siena

Hoy estoy vago y falto de ideas, y tengo muchísimas cosas que hacer, así que no escribiré demasiado. Eso sí, como ayer os dejé sin postre (en Pisa), ahora me daré el gustazo de exhibirme en acción segundos antes de atacar un rico tiramisú.


Otra de las excursiones que hicimos desde Florencia fue a Siena, ciudad hermosamente gótica (creo que Chen no se refería a ella cuando acuñó la expresión de "gótico caótico").


Ahora bien, como nuestra visita fue un sábado, coincidimos con millares de turistas que tuvieron la misma idea que nosotros. Según fueron pasando las horas, la ciudad se fue llenando y llenando, hasta que, ya de noche, más parecía Venecia, pero con canales de gente, que no de agua (en realidad Venecia tiene canales de ambos tipos).


Personalmente prefiero que las multitudes de turistas se dispersen, difuminen o disimulen entre los habitantes de la ciudad, como ocurre en Florencia y, por supuesto, en Roma. Ya sé que yo también soy un turista más, pero no disfruto cuando tengo la sensación de estar paseándome por un parque temático.

Llegados aquí, despidámonos de Florencia con una muestra de los curiosos nombres de algunas de sus calles. Por ejemplo esta esquina, casi una metáfora de la vida...


O esta plazuela, ahora que las mentes abracadabrantes de la iglesia católica (con Benito 16 a la cabeza) han decretado que el limbo no existe, ni siquiera durante los 15 minutos necesarios para la carga y descarga...

26.11.09

parada en Bolonia

Lo mejor de este viaje ha sido, sin duda alguna, el reencuentro con viejos amigos y el descubrimiento de nuevas amistades. Aquí tenemos al gran Gian Carlo, sin cuya presencia en Madrid junto con su esposa Ada hace más de 20 años no me hubiera embarcado en cierto viaje a Bruselas en el verano de 1985 (y de allí a Holanda y Alemania) que me zambulló de lleno en el mundillo del esperanto y del que en parte se habrían de derivar los 15 años dedicados a la interpretación de conferencias y quizás también mi actividad actual de bibliotecario. ¡Brindemos, con el bicerin en la mano, por la amistad y la buena vida!


Tres noches pasamos en Milán y una en Turín antes de subirnos a un tren camino de Florencia con parada en Bolonia, la ciudad roja. En el (foto)blog de Chen, cuyo enlace podéis encontrar a la derecha de estas líneas, tal vez veáis más fotos del viaje. Yo pongo sólo unas pocas, como ilustración de los textos también bastante breves con los que resumo nuestras dos semanas de vacaciones por tierras de Italia. Será que ya estoy viejo, o soy vago, o las dos cosas a un tiempo... Bueno, tengo previsto poner otras fotos, y otros textos, también en mi blog en esperanto, centrándome en las presentaciones de poesía que hice en los clubes de Turín, Nápoles y Roma, así como en otros amigos a los que presentaré igualmente en este blog, como a Gian Carlo.


Para Chen, el tren era el búnker perfecto en el que desplegar los mapas y planificar las campañas, expediciones y operaciones, mientras yo dedicaba cada día de trayecto a leer a uno de los nueve "Poetas italianos contemporáneos" recogidos por Antonio Colinas en una antología bilingüe publicada por Editora Nacional en 1977 y que compré recientemente (por 6 euretes) en el Paseo de Recoletos, entre ellos Dino Campana, Salvatore Quasimodo y Pier Paolo Pasolini.


Podría haber elegido ahora, de entre las fotos de Bolonia, la de las famosas dos torres de ladrillo rojo, o los murales de su plaza mayor que recuerdan a quienes cayeron en la lucha contra los fascismos (¡qué diferencia con Hespaña!)... pero al final me quedo con ésta, la de un altar en perfecto estado de conservación del credo religioso que en la actualidad impera en Europa: el telefútbol.


Por suerte en ese mismo lugar disfrutamos de una excelente comida (no os fiéis de la expresión de mi cara). Ah, qué bien se come en Italia, cómo cuidan la calidad, variedad y presentación de los ingredientes, el buen pan, y qué rico está el vino...


Amigos, ¡salud y poesía!

28.10.09

estramonio, Marcos Ana, Amenábar

Con respecto a la flor de la entrada de ayer, me habéis enviado todo tipo de nombres: datura, estramonio, datura de estramonio ("de preciosa floración y de un pedo de lo más terrible que se pueda tener con alucinaciones que pueden llegar a provocar la muerte", escribe una de vosotros), trompeta de Jericó y galán de noche ("y suelen ser flores de una sola noche", añade otra persona). Nuria, como desconoce su nombre, propone tres: "campánulas", "trompétulas", "chénulas" (¡olé!). Y no anda desencaminada porque, según la Wikipedia en español, otras denominaciones serían hierba del Diablo, hierba hedionda, higuera del infierno, floripón, burladora y chamico, o bien túnica de Cristo (¡vágame Dios!) y, lo que me agrada más, trompeta del diablo, que a su vez me recuerda a las babas del diablo o hilos de la Virgen (¡madre de Dios!) que hace cierto tiempo y en este mismo blog yo rebauticé como hilarañas. Así dibujó Linneo tan enigmática planta:



Antes de que se produzca la inminente proliferación masiva de e-readers (aparatos lectores de libros electrónicos o e-books), os recomiendo las memorias del poeta Marcos Ana, que pasó 23 años en las cárceles de la España franquista (por comunista), y al que tuve ocasión de ver y escuchar en Madrid hace algunas semanas durante la presentación de este libro:



Como bien dice Marcos Ana, de acuerdo en que pasemos la página de la Guerra Civil, pero primero habrá que haberla leído entera. También os recomiendo la película Ágora, de Alejandro Amenábar, un alegato muy acertado y necesario contra el fanatismo de cualquier pelaje.



Habrá quien la considere larga o lenta, y yo no estaré de acuerdo. Amenábar, como Ang Lee, no se deja arrastrar por el ritmo trepidante de la superproducciones jolibudienses. Aunque Ágora no sea una obra maestra o redonda, sí que supera en calidad, y con diferencia, la media de lo que se exhibe en nuestras pantallas. Como explicaba Amenábar en una entrevista, el filme admite diferentes niveles de lectura. Uno puede ver en el fanatismo de unos y otros creyentes (llamados "paganos" si creían en los dioses romanos y/o egipcios; "judíos" y "cristianos" si creían en un único dios, el suyo propio, respectivamente sin o con mesías e hijo de por medio) tanto a los talibanes que no paran de dar guerra como a los 50.000 individuos que se manifestaron recientemente en Madrid bajo el hipócrita eslogan de "Por la vida" para impedir que las mujeres puedan ejercer el derecho al aborto.



O puede uno, simplemente, recordar el asombro con que cada mañana se encuentra en el cielo de la gran ciudad al planeta ("errante") Venus, o, cualquier noche, a la luna y a Júpiter...

4.8.09

despedidas

Después de la de ayer, hoy he vuelto a ver (con mi amiga Silvia) otra película japonesa que también trata de padres e hijos, de abuelos y nietos, de la vida y los vivos y la muerte y los muertos... Tiene más cambios de tono y de ritmo que el otro filme, con episodios de humor un tanto tosco de vez en cuando y con escenas melodramáticas en exceso, pero en conjunto es una película valiente, que aborda con delicadeza y buen gusto los temas antes mencionados, tabúes en nuestra sociedad consumista, falsamente idólatra de la juventud.



Desde nuestra yanorrecuerdocuantésima luna de miel en Japón en 2005, las películas sobre este país me suelen gustar incluso más que antes, pues me permiten fijarme en infinidad de detalles que de otra modo me habrían pasado desapercibidos. Una vez más me entran ganas de releer de nuevo (me gustaría hacerlo todos los años) esa obrita maestra de Tanizaki sobre la estética japonesa, su breve ensayo "El elogio de la sombra", editado por Siruela.