31.7.05

misión cumplida

Misión cumplida, pasó el banquete: más de 300 invitados, entre 10 y 13 platos diferentes (p.ej. pollo negro de montaña cocido entero en un recipiente cilíndrico del tamaño de un obús de la Primera Guerra Mundial), karaoke participativo, ronda de saludos de mesa en mesa, brindis continuos, Chen con tres trajes o vestidos distintos, etc.

He dicho gracias en chino (xie xie) más veces en esta ocasión que en el resto de mis estancias en Taiwán. Y lo mismo vale para mi hermana y familia, que también han tenido que saludar al resto de los presentes, entre ellos un abuelete de 100 años de edad.

Antes, la caravana de seis cochazos desde nuestra casa a la de los padres de Chen, donde tuvo lugar una ceremonia ante el altar de los ancestros, en el último piso, con frutas, dulces y un pollo tieso como ofrendas; el regreso a casa por un camino diferente; las fotos, el lanzamiento del ramo de flores por la ventana; yo, sudando como otro pollo, con traje y corbata a pesar del calor tropical; Chen, con las alhajas y oros de la familia; mi sobrino Andreu saltando descalzo para "inaugurar" el lecho conyugal...

La sobremesa ha sido breve. Ahora estamos descansando, antes de salir de excursión a la ciudad de Kaohsiung.

29.7.05

hola desde Pingtung

Llegamos ayer a media tarde hora local después de las 19 horas de los tres vuelos. A mí todo esto me resulta familiar, conocido (es mi cuarta visita, si no recuerdo mal), pero a mi hermana Beatriz y compañía les sorprende cada cosa que ven o que se hace por aquí. Primero, el trayecto entre el aeropuerto de Kaohsiung y Pingtung: el tráfico, la conducción temeraria o anárquica, familias enteras a lomos de una moto, la mezcla entre lo nuevo (cochazos) y lo viejo o simplemente descuidado (muchas casas). Luego, en Pingtung, las calles abigarradas, tiendas, grandes almacenes, puestos de comida, la gente que te mira discreta o descaradamente, la sensación de no entender nada de lo dicho o escrito... Cada uno de los cuatro lleva su propia libreta para anotar impresiones, como diario o cuaderno de viaje, con lo que prefiero no adelantarme a lo que vayan escribiendo. Imagino que Llorenc señalará lo del zumo o bebida de judía verde que ayer le llamó tanto la atención. O las cámaras con infrarrojos (supongo) que, en el aeropuerto, detectan a los viajeros con fiebre, de modo que se los someta a un control más preciso en previsión de fiebres o gripes de ultramar (en estos momentos una desconocida enfermedad porcina ha matado ya a 31 personas en la China ex comunista o continental).

Son casi las diez de la mañana, la tropa se está levantando, duchando y acicalando. Yo, dándole a la tecla. Ahora iremos a la desayunería de la tía de Chen y luego comeremos en casa de sus padres. Ayer ya nos encontramos con el hermano menor de Chen (que hizo buenas migas con Andreu: se lo llevó a jugar en máquinas de simulación de combates de artes marciales mientras nosotros nos dedicábamos al consumismo) y con nuestra amiga Kiki, en cuya peluquería tenemos cita esta tarde Llorenc y yo.

Seguiremos informando.

26.7.05

entrando en pista para el despegue

Mañana miércoles, 27 de julio, me voy a Taiwán en compañía de mi hermana Beatriz, cuñado Llorenç y sobrinos Marta y Andreu. Ellos regresan el 14 de agosto, día hasta el cual andaré bastante liado con mis diversas familias (la apolítica y las otras). Yo volveré el 27 de agosto.

El día 31 celebramos el banquete (es una boda a plazos, en diferido). Según pasan los días la cosa se va agrandando, así que procuro prepararme mentalmente para lo que venga con la ayuda del sabio viejecito de mi amuleto de jade. Por ejemplo, hace un rato Chen me ha encargado que compre no sé cuántos cartones de tabaco en la zona libre de impuestos del aeropuerto de Kaohsiung. Por si no entendéis mis temores, agobios y temblores, os recomiendo la película "El banquete de boda" ("The wedding banquet"), del taiwanés jolibudizado Ang Lee.

Eso es todo de momento. Dejamos el gazpacho, la tortilla de patatas y los boquerones fritos adobados para el mes de septiembre. Entrando en pista para el despegue...

21.7.05

Helsinki y el KEF

Me encuentro en plena vorágine del Kultura Esperanto-Festivalo (KEF, Festival de Cultura en Esperanto), tras casi una semana previa en Helsinki dándole al finés con los amigos, la tele y la prensa. Entre tanto, me he convertido en una minicelebridad: entrevistas en tres periódicos (una en "Helsingin Sanomat", el "El País" de estas tierras, en la misma página que el ex eurodiputado Matti Wuori, inmortalizado por Aki Kaurismäki en su película "El hombre si pasado", y ex vecino bruselense de Dimitri, al que aprovecho para saludar), así como en tres emisoras de radio y un programa de tertulias matutinas no marujiles en la televisión.

Antes de ayer pasamos la tarde en la isla de Lammassaari, oasis de naturaleza finlandesa no muy lejos del centro de Helsinki, con un concierto de kantele (instrumento tradicional de cuerda) y la representación de una ceremonia chamanista.

En el festival he tenido el enorme placer de conocer mejor a músicos como Alejandro, de Buenos Aires, o Flávio (brasileño de no recuerdo ahora qué ciudad), entre otros. Estoy bastante ocupado dando charlas sobre todo tipo de temas, desde presentaciones de mis libros de poemas a un taller de escritura de poesía pasando por el esperanto en el cine o en las letras de grupos de música rock etc. Lo mejor, tanto el contacto directo con el público como (a la inversa y en tanto que miembro de ese mismo público) con los diversos artistas antes, después e incluso durante los conciertos de cada noche en el club Liberté (quizás de todo esto salga la musicalización de algunos poemas míos entre Brasil y Argentina).

Podéis ver fotos en:

http://www.esperanto.fi/kef2005/fotoalbumo/index.html

... aunque todavía parece que no han incluido las del concierto de anoche, al que siguieron un par de horas de karaoke en esperanto, con la diferencia de que en vez de cantar con música enlatada, te encontrabas cantando en el escenario con música en vivo, una banda al completo arropándote con la batería, bajo, guitarras eléctricas... La hostia, sobre todo si no lo has probado antes. Yo canté dos temas. El primero, "Hieroglifoj" ("Jeroglíficos") de Alejandro, me salió bastante bien, pero en el segundo me perdí a mitad de camino: se trataba de "Babelturo" ("Torre de Babel"), de Flávio, con aires brasileiros demasiado difíciles para un arrítmico como yo (me propusieron cantarla y acepté sin saber dónde me metía, de acuerdo con la esencia del karaoke).

13.7.05

Helsinki y Londres

Hace ya dos días que llegué a Helsinki. Desde el próximo sábado hasta el siguiente tiene lugar el Festival de Cultura en Esperanto, con música, cine, teatro, charlas y, cómo no, literatura, poesía. Así que, antes de verme envuelto en la vorágine del asunto, aprovecho para reencontrarme con la ciudad, con el idioma, con los amigos que viven aquí.

Cada vez que vuelvo a Helsinki soy incapaz de prever cuál será mi primera reacción o impresión. Hace dos años de la última visita, y ahora todo me parece nuevo, fresco, aunque familiar y conocido. Paseo casi sin mirar ningún mapa, dejándome guiar por la memoria o el instinto, y al mismo tiempo disfruto con la paz, la calma de esta ciudad; con el buen tiempo (sol y calor, pero no como en Madrid donde, en determinadas horas del día, se te paralizan los músculos faciales en una mueca de piloto kamikaze, algo que en Finlandia sólo se da en algunas sesiones de sauna especialmente agresivas y sadomasoquistas); disfruto también con la naturaleza, los bosques que se retiran imperceptiblemente ante el paulatino avance de la ciudad, dejando tras de sí un rastro de parques, una quinta columna de árboles y flores que mantienen vivo el vínculo con la naturaleza; con las noches en las que se sigue viendo la luz del sol hasta las once o más tarde...

Aprovecho para enviar un abrazo muy grande a los que os encontráis en Londres o cerca de ella. Sigo las noticias con interés y preocupación, a pesar de las circunstancias paradisíacas en las que me encuentro.

Me quedo en Helsinki hasta el día 23.

5.7.05

un cisne y dos tankas

Hoy a mediodía, camino del Parlamento Europeo, aquí en Estrasburgo, me detuve unos instantes a mitad de un puente para contemplar a un cisne que, sin prisa alguna, bajaba nadando el río, con ligeros, plácidos movimientos de la cabeza ahora a la derecha, luego a la izquierda, no sé si dirigidos a la superficie del agua, a aguas más profundas, o a alguna de las orillas. Entonces me pregunté: ¿En qué piensa este cisne? Porque seguro que piensa algo, o piensa en algo. Le sobra tiempo para hacerlo mientras nada, sostenido por la corriente, igual que nosotros lo hacemos al pasear. Me niego a creer que ese cisne no pensara, o que piense sólo, durante todo el día, en conseguir comida.

Bajo mi firma, los dos últimos tankas que he escrito en Madrid.

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"Dimensioj"

Tra la fenestro,
el la hejmo la mondon
aux reciproke.
Sed vitro jen spegulas,
jen brilas mem, alvoke.

5-10.6.2005

("Dimensiones": A través de la ventana, / desde el hogar el mundo / o viceversa. / Pero el vidrio también refleja, / o brilla él mismo, llamándonos.)



"Solstico"

Somermeznokte
nokto kaj tag' en rondo
sin intersxangxas
diskrete sed decide,
margxene de la mondo.

21.6.2005

("Solsticio": Noche de San Juan. / Noche y día, en círculo, / intercambian sus lugares / discreta pero decididamente, / al margen del mundo.)