20.4.10

Palestina, de Joe Sacco

No sé si llamarlo cómic, novela gráfica, reportaje... En cualquier caso, os lo recomiendo. Así estaba Palestina a principios de los 90, y las cosas no parecen haber mejorado.

13.4.10

el sistema




Si algo he sacado en claro de recientes lecturas de índole política es que el sistema en que vivimos no se llama "democracia parlamentaria" ni "estado de derecho" sino "sistema capitalista", por lo demás extendido a las práctica totalidad de nuestro mundo y, por tanto, del planeta. La diferencia con otras variantes del capitalismo de hoy en día, como por ejemplo el "comunismo chino" o la "democracia iraní", es que aquí tenemos bastante libertad de información y de expresión. Uno puede buscar información sobre casi cualquier tema (la dificultad estriba en encontrarla, en que sea de fiar o, simplemente, en saber de su existencia), algo que no ocurre en China o (creo entender) en Arabia Saudí; claro que hay temas de los que nunca se habla, como por ejemplo del porraimos u "holocausto gitano". Uno también puede decir (casi) lo que se le antoje (siempre que no se meta demasiado con el rey, el papa y similares individuos), aunque decirlo normalmente no sirva para nada. Hay otras diferencias, como que los gueis y las lesbianas aquí puedan casarse o besarse (en algunas calles de unas pocas ciudades), lo que no deja de suponer un avance.

Ahora bien, lo cierto es que nada de lo que se diga o se haga puede cambiar el sistema. Somos libres de votar cada 4 años a partidos que, cuando lleguen al poder, por muy "de izquierdas" que se proclamen, jamás podrán hacer una política de izquierdas (salvo en la superficie) ni política alguna que pretenda cambiar de verdad el sistema, es decir, este mundo regido ciegamente por el capitalismo. En ésas estamos.

Mao

En Pequín, ante el retrato de Mao de la plaza de Tian An Men o su reproducción en los billetes de banco de la moneda china, sentí la misma repugnancia que me producen la simbología y el imaginario franquistas (estatuas del dictador, banderas con el aguilucho, la cruz de la victoria, los arcos de triunfo, el tardofranquismo que aún perdura etc).


La Puerta de la Paz Celestial (Tian An Men) en Pequín

Por suerte, aparte de la plaza y de la pasta, sólo me he encontrado al miserable de Mao en la esfera de los relojes de pulsera que se vende a los turistas, perfecta imagen del capitalismo dirigido por el "Partido Comunista" que impera en la China actual.


El careto de Mao en un billete verdadero y uno falso


Acerca de Mao Tse-tong (así hay que pronunciarlo), recomiendo leer el excelente artículo "Larga vida al presidente Mao" (pincha aquí), de Antonio Muñoz Molina.

3.4.10

la escala

Camino de España aprovechamos la escala entre dos vuelos para visitar un lugar donde aún circulan triciclos motorizados...


... y donde también se come cocido chino...


... así como pinchos de todo tipo, por ejemplo de estrella de mar (yo probé uno)...


... y donde incluso Escorpión quemadito por el sol de Taiwán degusta o devora un escorpión churruscadito...


¿Sabéis ya a qué lugar me refiero?



En efecto: se trata de Ávila.

taiwaneando

Después da casi 3 años sin ir yo por allí (Chen sí había vuelto un par de veces entre tanto), acabamos de viajar a Taiwán. Nuestra sobrina Nǎilín, a la que conocí cuando sólo era un bebé, ha crecido en todo este tiempo, convirtiéndose en una chiquilla despierta, habladora y bastante traviesa.


Como me siento entre vago y perezoso (cosas del jet lag y de la edad), me contentaré con mostrar algunos de los reencuentros ocurridos durante este viaje. Por ejemplo, con Atia, hermano menor de Chen, brindando con cerveza de marca Taiwan en un puesto de lǔwèi (carnes, verduras y otras cosas cocinadas en caldo) de un amigo suyo.


O con mi primer desayuno en una típica desayunería taiwanesa: tortilla de verdura y bebida de té verde con leche.


No podía faltar "mi templo" en Pingtung.


Por último, una foto en el puerto de Kaohsiung con Rocío y Fran, pareja de amigos que se nos unieron en este punto del viaje.


Podría mostrar y contar mucho más, pero, como bien dice mi cuñado Llorenç, el que quiera verlo que vaya y lo vea.