31.12.09

tiempo al tiempo

Escribe César Mallorquí en una entrada de su blog: "En fin, dado que, según una opinión muy extendida en Internet y entre los mayas, sólo faltan dos años para el fin del mundo, ¿por qué no aprovechamos el tiempo que nos queda? Ahora que lo pienso, creo que ese es un buen deseo para el año que comienza: vivid como si sólo os quedaran dos años de existencia. Haced lo que nunca os habéis atrevido a hacer y decid todo lo que hasta ahora os habéis callado. Y, si después de eso no os han metido en la cárcel, ¡feliz año nuevo!"

A lo que yo le respondo con un breve comentario: "Igualmente, César... pero yo por mi parte haré como si me quedaran dos mil años de vida, para no agobiarme." Idea que ya recogía en parte al menos otra entrada de mi blog, y creo que ya en otra ocasión critiqué la lectura capitalista y consumista que se hace ahora de la expresión carpe diem: (mal)gastar y (des)aprovechar el tiempo, incluso invertirlo...!!!


30.12.09

origami

¿Queríais ver el fruto del taller de origami (papiroflexia) de Masumi y Chen? Recordemos que la palabra japonesa origami significa literalmente "plegar papel" (de hecho, se trata de 2 palabras).


Pues aquí lo tenéis (pido disculpas por la calidad de mis fotos), convertido en sencilla y colorida decoración navideña.





Y si queréis ver qué otras maravillas se pueden hacer con papel, pinchad aquí (con el permiso no solicitado pero sí imaginado del protagonista, tío de nuestra amiga Silvia).

29.12.09

¿Es usted creyente?

-¿Es usted creyente?
-No, soy pensante.



[leído aquí]

28.12.09

... japonesas...

Del 22 al 26 de diciembre, en plenas fiestas navideñas, estuvieron con nosotros Tatsúo y Masumi, dos amigos japoneses. A Tatsúo lo conocí hace años en un congreso mundial de esperanto en Valencia, luego coincidimos en otro congreso en Montpellier, después Chen y yo nos encontramos con ellos en Kioto durante nuestra luna de miel en el país del sol naciente (¡vaya contrasentido!), y ahora ha sido el momento de que ellos nos visitaran en Madrid. Aquí vemos a Tatsúo con Ricardo y Félix, dos figuras del mundillo del esperanto en Madrid, una noche que quedamos con ellos para cenar en un bar de referencia de nuestro barrio.


Como otros amigos en ocasiones anteriores, Masumi también participó en la ceremonia de echar el corcho de la botella de tinto recién descorchada en la garrafa que a tal efecto tenemos en casa.


La noche del 24 (es decir, en Nochebuena) me tocó trabajar cortando pan y preparando los embutidos...


Tatsúo me regaló una yukata, especie de albornoz-kimono que se utiliza después del baño y, por lo general (en Japón), antes de acostarse.


Con ellos yo hablaba esperanto, Chen a ratos inglés... aunque con Masumi lo que a veces hacían era escribir (en el aire o, como en este caso, en la palma de la mano) el ideograma chino común a la escritura de las lenguas china y japonesa (por ejemplo, los mismos ideogramas que significan "sol naciente", en japonés se leen [ni-jon] o [ni-pon], pero en chino [ri-pen]).


Con ellos hemos pasado unas muy curiosas navidades, de las que perduran en casa como recuerdo las figuritas de origami que, en papel de diversos colores, estuvieron doblando y requetedoblando Masumi y Chen durante una de estas tardes.

27.12.09

esas visitas taiwanesas...

A principios de diciembre estuvieron unos días en casa dos amigas taiwanesas, Cecilia y Fátima. Por alguna razón Chen y yo no tenemos ahora fotos de ellas, pero ya aparecerán por aquí cuando las recibamos. De quienes sí tenemos es de Tzu-Wen, compañera de Chen en la universidad, que nos visitó días más tarde en compañía de su marido David y sus hijos Lu-Lu y Chen-Lu.


Henos aquí a todos, distribuidos por géneros...


El inofensivo panecillo de la primera foto cobra, visto en primer plano, el aspecto de un bicharraco amenazante, o de un incomprensible pez abisal.


Aquí vemos a los dos hermanos, con Chen parapetada tras la tapa de su portátil.


Cambiando de tema, uno de estos fines de semana visitamos a mi primo Francisco Javier y familia. Pues bien, resulta que sus hijos juegan con los mismos soldaditos de plástico que se vendían en sobres de papel con los que jugaba yo de pequeño (y cuando digo los mismos me refiero a que son las mismas piezas, pues yo jugaba con Ricardo, otro primo mío, hermano menor de Francisco Javier; al contrario que yo, ellos sí han conservado sus hormigueantes ejércitos de variados colores).


¿Y a qué viene este chute de nostalgia? Pues a que son las dichosas fiestas de fin de año, a qué si no...

18.12.09

e...festivamente

Tomo el título de una ocurrencia de Ana, compañera de trabajo con la que comparto mesa y buenos ratos entre rutina y rutina.

Resulta que, acostumbrados a que las basílicas sean en la actualidad un tipo de iglesias cristianas, nos olvidamos de que, en su origen, se trataba de grandes edificios que los romanos utilizaban para actividades comerciales y judiciales, una suerte de foro bajo techo. Su propio nombre significa "(vestíbulos o salas) reales". Pues bien, cuando los cristianos dejan de ser perseguidos y su número se va haciendo cada vez mayor, ante la imposibilidad de utilizar para sus rituales los templos de la religión romana, se apropian del amplio espacio de las basílicas, convirtiéndolas en iglesias. Todavía puede sentirse en basílicas como la de Santa Maria Maggiore* en Roma, al igual que en el espléndido Panteón, la presencia del viejo paganismo latiendo en las columnas.


Por suerte el paganismo ha vuelto, al menos otro paganismo, de modo que hoy por hoy la propia basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano la invaden cada día no tanto los peregrinos o los devotos cristianos que cabría esperar, sino hordas de fieles de la nueva religión de nuestro tiempo, el consumismo (que en este caso se manifiesta en forma de turismo, otro modo más de consumir).


Otro tanto ha ocurrido con este periodo festivo de las navidades, en el que ya prácticamente nadie celebra plenamente el hecho de la natividad, nacimiento o parto de cierto bebé, el famoso Jesús al que otros llamarían luego "Cristo", es decir, el ungido. Todo es consumo, gasto, derroche... y bien que me alegro de ello. El cristianismo, que usurpó las fechas de las fiestas paganas para poner las de sus santos o la del alumbramiento de su mesías, se ve desplazado por la navidad contemporánea, hedonista y obscena.

Pensándolo bien, es curioso que intentemos desconectar de la rutina durante las semanas que circundan estas fiestas, y que hagamos otro tanto durante las vacaciones de verano, o en Semana Santa... Como si necesitáramos estar de fiesta casi la cuarta parte del año.



Dicho lo cual, os deseo unas felices fiestas de solsticio de invierno (la semana que viene los días volverán a ser más largos poquito a poquito) y un estupendo MMX / 2010.

(* Las 3 imágenes son de SMM, y se encuentran en WikiCommons o en Panoramio)

6.12.09

experimento con ratas franquistas

HA COSTADO 32 MILLONES DE EUROS

Fracasa un experimento con ratas franquistas

Publicado el 27 de Noviembre de 2009 por Xavi Puig

Belén Barreiro, presidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ha anunciado esta mañana la suspensión del llamado “Experimento de las ratas franquistas”, cuyo objetivo era la simulación de un contexto dictatorial entre ratas de laboratorio que ayudara a entender la génesis y el desarrollo de las políticas autoritarias. Suspendida la investigación, el CIS ha traído de vuelta a España a las más de 400.000 ratas progresistas que vivían en el exilio.

Belén Barreiro, presidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ha anunciado esta mañana la suspensión del llamado “Experimento de las ratas franquistas”, cuyo objetivo era la simulación de un contexto dictatorial entre ratas de laboratorio que ayudara a entender la génesis y el desarrollo de las políticas autoritarias.

“Tras meses de pruebas, detectamos a una rata con aptitudes parecidas a las de Francisco Franco. Aparentemente gris, pero capaz de liderar un pronunciamiento militar. Estuvo muy receptiva ante las imágenes del caudillo y la identificación con él era clara. Hasta levantaba la patita y soltaba esos chillidos finos, como de bebé malo. Lo que pasa es que luego se quedó aislada en el poder y las demás iban a la suya”, admite Barreiro. Suspendida la investigación, el CIS ha traído de vuelta a España a las más de 400.000 ratas progresistas que vivían en el exilio.

Son muchos quienes han criticado la realización del experimento, que ha costado 32 millones de euros. “Por el mismo dinero, podrían haber recreado la llegada de la rata a la Luna. Cosas positivas. El dinero de los españoles se ha invertido en escarbar en el pasado más oscuro de nuestro país y encima utilizando a los roedores, que bastante tienen con lo que tienen” ha declarado el líder de la oposición, Mariano Rajoy.

Belén Barreiro insiste en que “es incuestionable a estas alturas la efectividad que tiene la experimentación con animales, aunque en este caso no haya funcionado. La cosa ha servido al menos para demostrar que la ratas tienden al desorden y que sus ansias de liderazgo se disipan con la comida”.


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(desde ahora también en mi lista de enlaces)

2.12.09

Roma & IV

Va llegando la hora de despedirse... y de recordar lo rica que está la alcachofa frita como antipasto o entrante...


La última tarde nos acercamos a la Ciudad del Vaticano, en la que reside el papado, institución enemiga de la libertad y el conocimiento (palabras sinónimas) durante tantos siglos en Europa; la sede de la represora y reprimida Iglesia Católica, esa que con una mano reprende lo que menea o manosea con la misma (o con la otra). En fin, no os sorprenderá que la Basílica de San Pedro me dejara frío (hasta la palabra "basílica" ha sido usurpada por el cristianismo), casi tanto como un remedo del mastodóntico Palacio de Justicia bruselense, pero recubierto de oros y mármoles y custodiado por un ejército folclórico de arlequines y pitufos.


Ya de noche quedamos a cenar con la pareja italotaiwanesa que os comentaba, a saber: Alfonso...


... y Yiyi, con los que nos pusimos las botas en una pizzería del barrio universitario de San Lorenzo (recomendada también por nuestro amigo Andrea).


Y ahora sí, amigos & amici, pongo punto final a este reportaje o diario ilustrado con un gran saludo a todos vosotros y, en particular, a quienes habéis coincidido con Chen y conmigo en alguna de las etapas de este viaje.


Ciao, Italia! Arrivederci!

Roma III

Otro de los días visitamos el museo de Villa Borghese, digno de ver aunque sólo sea por la escultura "Apolo y Dafne" de Bernini, y en el que nos esperaba una sorprendente y memorable exposición temporal sobre Caravaggio y Bacon. Por la tarde, al igual que en Turín y Nápoles, en Roma también presenté mis poemas en el grupo o club de esperanto, si bien en esta ocasión coincidía con el cumpleaños de Chen, dos días después del mío.


Luego una parte de los asistentes nos llevó a cenar a una pizzería cercana, en el Trastévere.


El ambiente, la comida y la conversación eran estupendos pero, por si eso no bastara, nos sorprendieron con unos músicos que tocaron "cumpleaños feliz" y con un postre que los francófonos llaman "moelleux au chocolat", una especie de brownie relleno de chocolate fundido caliente...


Acabado el postre, todavía tuve tiempo y ganas de leer algún que otro poema a los amigos con los que compartíamos nuestra penúltima noche en Roma.


Finalmente llegó el último día completo de nuestro viaje, anterior al del vuelo de regreso. Dejo para la próxima entrada unas cuantas fotos y pongo aquí la de nuestra particular "boca de la verdad", sin colas de turistas para hacerse la foto de rigor ni el fulanito de turno que te cobra por ello.

Roma II

Separan estas imágenes 22 años...



... y algunos quilos de más, tal vez...




MCMLXXXVII - MMIX
1987 - 2009

Roma I

No tenemos fotos de nuestro primer día en Roma, porque se nos averió el cargador de la batería de la cámara. Para resumir: Paseamos por la ciudad sin enterarnos demasiado de la película; alucinamos con las nubes de millares de estorninos, uno de los cuales me cagó desde las alturas acertándome en la pierna (luego alucinaríamos con la profesión de asustador, ahuyentador o espantador de pajarracos); cenamos con Yiyi y Alfonso, pareja de amigos italotaiwanesa a la que veremos pronto por aquí; y después nos tomamos una copa en el Trastévere (el barrio al otro lado del río Tíber) con nuestra amiga Katia, que se encontraba en Roma trabajando en la conferencia de la FAO. A medianoche, en el bar donde disfrutábamos de unos mojitos, empezamos a celebrar mi cumpleaños... Y luego, de vuelta al hotel, perdí la orientación y la reputación (de guía-intérprete acompañante). Así que la primera foto que pongo es del día de mi cumple.


Esto del cumpleaños no es una obsesión mía, sino un macguffin más sobre el que escribir (y que celebrar, claro). Pues bien, el mejor regalo que podría recibir se materializó en la presencia de nuestro amigo Ranieri, que nos acompañó y guió por toda la ciudad durante 11 horas, almuerzo y cena incluidos (¡menos mal!). Qué manera más interesante y amena de volver a lugares por los que habíamos pasado sin percatarnos el día anterior, o descubrir muchos otros nuevos, de la mano de un romano de adopción gran conocedor de la Roma clásica y, sobre todo, de la barroca, hasta el punto de hacerme comprender o, mejor dicho, sentir por vez primera lo que el Barroco significa.

(En cierto momento nos cruzamos con el nuevo líder de los socialistas italianos, Bersani, y de algún modo Ranieri consiguió que se detuviera a saludarnos y estrecharnos la mano, como todo político que se precie. Dado que no nos dio tiempo a desenfundar la cámara, nos tuvimos que hacer la foto con él un día más tarde, y en diferentes circunstancias)


A veces, como en el caso de los igualmente infatigables Gian Carlo (en Turín) o Nicolino (en Nápoles), preguntábamos a Ranieri si estaba cansado, con la esperanza de que nos dijera que sí para poder sentarnos un ratito ante una copa de vino o una taza de café, pero ni por ésas...


Al igual que en la visita del Museo Egipcio de Turín; que en el Campo de los Milagros, en Pisa; o que con el Vesubio en el horizonte, asimismo también en Roma sentí un estremecimiento al contemplar por primera vez, y al penetrar más tarde en el espacio que alberga, el Panteón romano.


Por último, Ranieri cenó pizza romana (de masa más fina y crujiente que la napolitana, y con los bordes más churruscaditos), y nosotros... canelones y ñoquis, que de todo hay que probar.

1.12.09

Pompeya

Me gustaría poner aquí fotos que mostraran sólo las ruinas de Pompeya, sin la intromisión de nuestras u otras figuras humanas... pero no las hicimos. Y tampoco tiene sentido que busque imágenes de Pompeya en Internet, eso puede hacerlo cualquiera. Así que aquí estamos, en el foro de la ciudad destruida por la erupción del Vesubio del año 79.


En realidad lo más interesante de Pompeya se descubre al caminar por sus calles y aventurarse en el interior de las casas, como ésta cuyo umbral lo adornaba un mosaico con la leyenda CAVE CANEM, "cuidado con el perro".


Tenían buen gusto estos romanos...


Como dice mi cuñado Llorenç, "el que quiera verlo que venga".


La última foto me recuerda el libro "Grafitos amatorios pompeyanos", cuya lectura recomiendo calurosamente. Y con ella os dejo. Próxima parada: Roma.

30.11.09

Nápoles

Hablemos de la arquitectura musoliniana. Ya en el centro de Turín habíamos recorrido los enormes soportales de la Via (¿o Viale?) Roma, construida durante el periodo de Mussolini. Por lo que he creído entender, más lo que añado de mi cosecha y lo que me invento, se trata de una deformación o perversión de la arquitectura racionalista de los años 20 y 30, puesta al servicio de la propaganda política y de la grandilocuencia patriotera del estado fascista; de la grotesca combinación de una burda caricatura del arte clásico romano con un monumentalismo pervertido, que tiene como efecto la supresión de la escala humana, el ninguneamiento o aniquilación metafóricos del individuo (ambos fenómenos pueden darse juntos o por separado); o, en palabras de un amigo italiano (no me preguntéis de quién, que ahora no me acuerdo), de una abrumadora falta de imaginación... aunque, diría yo, infinitamente más imaginativa que la rancia y miserable arquitectura del franquismo. Pues bien, aquí me veis ante la sede central de Correos en Nápoles, adornada con una inquietante inscripción que nadie se ha molestado en quitar.


Había leído que, por el abandono, caos imperante, ruido etc, Nápoles se parece más a ciudades mediterráneas que desconozco como Marsella, Tánger o El Cairo, que a las italianas Roma y Milán. También nos aconsejó un amigo napolitano que, de noche (o incluso de día) no nos aventurásemos por oscuras callejuelas, pero que transitar por las vías principales era totalmente seguro (es decir, llegué a Nápoles con cierto acojonamiento previo, si bien esos consejos servirían para cualquier gran ciudad española). ¡Nápoles, etimológicamente la Nea Polis, la Ciudad Nueva! Antes de conocerte yo utilizaba la expresión "cruzar a lo mataperros" para referirme a la acción de atravesar la calle por un punto donde no hay semáforo ni paso de peatones, mientras los coches se aproximan peligrosamente... En Nápoles, ciudad hermosamente ruidosa y caótica, hay que aprender e incluso disfrutar de cruzar "a la napolitana": cruzar por dondequiera que sea y que no se note que parezca que ni el peatón mira a los coches, ni que los conductores reparan en el peatón... Al final, peatones y coches avanzan y circulan, en un vals imperceptible, mientras que en la civilizada España a uno ya se lo habrían llevado por delante... Vamos, un poco como cuando se intenta ligar en una discoteca... Bueno, me quedo con ganas de volver algún día a Nápoles y deseando que alguno se contagie de nuestro deseo de conocer mejor esa hermosa ciudad.... Quizás lo consiga este inusual graffiti.


En Nápoles tuvimos como inmejorable guía al entrañable, gran poeta en esperanto Nicolino Rossi, que nos condujo, entre otros lugares, al paseo marítimo, con la presencia de fondo del siempre amenazador, sereno y majestuoso Vesubio.


En el café Gambrinus procedimos Nicolino y yo al intercambio de libros de poemas, dedicatorias, firmas...


Por último, Chen y yo cenamos en la pizzería Brandi, donde se inventó la pizza Margherita. Recordemos que la pizza napolitana, al contrario que la romana, tiene una base más gruesa, especialmente en el borde.


¡Buen provecho!