21.6.06

fuego, cine, poema

De momento no hace demasiado calor en Madrid, a ratos sopla un airecillo agradable, salvo en el metro (como bien describe un artículo en "El País" de hoy).

Yo me voy mañana jueves a Alicante a pasar las fiestas de San Juan con los compañeros de la facultad, como el año pasado. Voy en tren, para disfrutar del paisaje, de la lectura y de no tener que hacer florituras con el metro para llegar a cualquiera de las terminales del aeropuerto de Barajas. Uno de las noches los alicantinos prenden fuego a su versión reducida de las fallas valencianas; es lo que menos me gusta, por el estruendo continuo de los petardos y por la estética hortera y disneyana de las pretendidas esculturas de poliuretano o poliestireno. Lo mejor vendrá el viernes por la noche: baño y pícnic en la playa, donde todo el mundo hace su propia hoguera (hay que saltar por encima de ella). Regreso el lunes. Os contaré (o no).

No suelo ir mucho al cine por estas fechas, aunque no es mala idea para las horas del calor que te aplatana. Dos recomendaciones para los que tengáis la suerte de vivir en ciudades con cines en versión original, cineclubs etc: "Camino a Guantánamo" ("The Road to Guantánamo"), de Michael Winterbottom, de cómo tres jóvenes británicos de origen paquistaní acaban en ese agujero negro de la democracia y los derechos humanos que es Guantánamo (ellos lograron salir al cabo de tres años, pero allí los EE UU siguen tratando de manera degradante a unos 500 presos sin derecho alguno). La película no se ocupa tanto de las condiciones en ese penal (que también), sino principalmente de la peripecia y odisea de los protagonistas, debida en parte a su propia imprudencia pero, sobre todo, a la prepotencia y estupidez pasmosas de los estadounidenses.

La otra recomendación es el documental "Grizzly Man", de Werner Herzog, que combina material rodado por Timothy Treadwell a lo largo de los trece veranos que pasó literalmente entre los osos pardos de Alaska (hasta que por fin uno se atrevió [¡ osó !] y se los merendó a él y a su novia), con entrevistas a personas que conocieron a tan extravagante personaje, del que no queda muy claro si tomaba a los osos por personas o si creía que él mismo era otro oso pardo (conviene no olvidar que somos mamíferos, primates etc, pero cuidado con confundirnos con plantígrados, felinos o paquidermos).

Acabo con un breve poema que escribí en esperanto hace casi un mes:

"Rolludo"

al Miĉjo

Ĉiuj verkistoj rolas
verkiston. Ĉiu persono
rolas sin mem -- au alian
sion...

["Juego de roles" (a Miguelito): Todos los escritores hacen / de escritor. / Cada persona / hace de sí misma, o de otro / "sí mismo"...]

Bruselo / Bruselas, 23.5.2006