31.7.05

misión cumplida

Misión cumplida, pasó el banquete: más de 300 invitados, entre 10 y 13 platos diferentes (p.ej. pollo negro de montaña cocido entero en un recipiente cilíndrico del tamaño de un obús de la Primera Guerra Mundial), karaoke participativo, ronda de saludos de mesa en mesa, brindis continuos, Chen con tres trajes o vestidos distintos, etc.

He dicho gracias en chino (xie xie) más veces en esta ocasión que en el resto de mis estancias en Taiwán. Y lo mismo vale para mi hermana y familia, que también han tenido que saludar al resto de los presentes, entre ellos un abuelete de 100 años de edad.

Antes, la caravana de seis cochazos desde nuestra casa a la de los padres de Chen, donde tuvo lugar una ceremonia ante el altar de los ancestros, en el último piso, con frutas, dulces y un pollo tieso como ofrendas; el regreso a casa por un camino diferente; las fotos, el lanzamiento del ramo de flores por la ventana; yo, sudando como otro pollo, con traje y corbata a pesar del calor tropical; Chen, con las alhajas y oros de la familia; mi sobrino Andreu saltando descalzo para "inaugurar" el lecho conyugal...

La sobremesa ha sido breve. Ahora estamos descansando, antes de salir de excursión a la ciudad de Kaohsiung.

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