Después de la de ayer, hoy he vuelto a ver (con mi amiga Silvia) otra película japonesa que también trata de padres e hijos, de abuelos y nietos, de la vida y los vivos y la muerte y los muertos... Tiene más cambios de tono y de ritmo que el otro filme, con episodios de humor un tanto tosco de vez en cuando y con escenas melodramáticas en exceso, pero en conjunto es una película valiente, que aborda con delicadeza y buen gusto los temas antes mencionados, tabúes en nuestra sociedad consumista, falsamente idólatra de la juventud.
Desde nuestra yanorrecuerdocuantésima luna de miel en Japón en 2005, las películas sobre este país me suelen gustar incluso más que antes, pues me permiten fijarme en infinidad de detalles que de otra modo me habrían pasado desapercibidos. Una vez más me entran ganas de releer de nuevo (me gustaría hacerlo todos los años) esa obrita maestra de Tanizaki sobre la estética japonesa, su breve ensayo "El elogio de la sombra", editado por Siruela.
2 comentarios:
hola jorge!
jo, me entran ganas de coger un avión y plantarme en japón.. algún día, no?
aquí te dejo el link de la web donde hacer las nubes de tags:
http://www.wordle.net/
un besito y buen verano,
susana
Muy buen libro Jorge.
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