Esta mañana, al salir del metro, he vuelto a toparme con la enorme cruz que han erigido para una misa gregaria que tendrá lugar en la Plaza de Colón el día 2 de enero. Es tan horrorosa como la que aparece en los primeros minutos de la película El día de la bestia y que casi acaba con el personaje de Álex Angulo. Por desgracia o por suerte, en la foto que acompaña a esta noticia no ondea la descomunal bandera española de la misma plaza. Os aseguro que la visión conjunta de ambos engendros a primeras horas de la mañana, cuando todavía es de noche, hace pensar en un mundo paralelo en que España estuviera de nuevo dominada por el nacionalcatolicismo franquista. ¿O no tan paralelo?
Aunque de perfil parece un trampolín de piscina olímpica (como para que Rouco se tire en tanga y con gorrito arzobispal de baño sobre el asfalto del paseo de Recoletos), tiene razón mi amiga Rocío al decir lo siguiente: "Ganas dan de disfrazarse de condón y pasearse ese día por entre los asistentes. ¿Te imaginas que en lugar de esa cruz hubiesen puesto un preservativo, del mismo tamaño, y todos alabando al Gran Condón Redentor? ¡Imagino qué hubiese puesto Leo Bassi!".
[foto tomada de aquí]
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