Acabo de pasar el jueves y viernes en Valladolid por motivos de trabajo. Ahora, con el AVE, se tarda poco más de una hora en llegar, y vale la pena. Es tranquila, relativamente pequeña y, pese a la fama (Fachadolid), no creo que en proporción tenga más fachas que este Madrid que desde hace más de veinte años ha querido que lo gobierne gente como Álvarez del Manzano, Gallardón o Aguirre. Mi primera recomendación es una auténtica pizzería italiana, Il Capocchione, en la calle San José 12, enfrente de la Estación de Autobuses y no lejos de la de ferrocarril. La lleva mi amigo Cecio (pronúnciese Checho) y ofrece pizzas y pasta verdaderamente italianas. Yo me tomé la pizza Capocchione, con jamón serrano, rúcola y un huevo frito, acompañada de una copa de vino blanco. Prefiero no poner ninguna foto, en primer lugar porque no tengo, y en segundo para ver si os imagináis vosotros mismos la pizza. La segunda recomendación no es mía, sino de mi amiga Silvia. Le pregunté con un sms si podía recomendarme una plaza, un café o una librería donde pudiera hacer tiempo esperándola hasta que ella saliera el jueves por la tarde de su trabajo. Me recomendó el bar-librería (de segunda mano) Las Horas Lentas, en la plaza del Viejo Coso, antigua plaza de toros octogonal de ladrillo rojo reconvertida hace tiempo ya en viviendas, y que me recordó la arquitectura de fábricas y viviendas para obreros que se puede encontrar en ciudades escocesas o en la finlandesa de Tampere; la plaza está algo escondida, y tiene entrada por la calle de San Quirce.
Allí pasé un par de horas en las que me trasegué tres cervezas y dos títulos y medio de Tintín (la verdad, las historias eran mejores en mi recuerdo que ahora, tras la relectura). Cambiando de tema, ayer por la tarde vimos en vídeo el documental Arroz con leche, de nuestra amiga Arantxa, la propia directora o realizadora: se trata de un corto de 23 minutos con entrevistas a mujeres que en determinado momento de su vida decidieron separarse de sus maridos para recuperar la autonomía o libertad perdidas. Muy interesante. A ver si lo ponen en algún sitio, aunque sea en internet.
Con esto paso al libro "Afganistán como un espacio vacío", de Marc Herold, traducido por mi amigo Joan Felip y publicado por la editorial FOCA, que me ha inspirado la siguiente copla (véase páginas 35-36):
Afgana talibo diris
al soldat’ el Okcidento:
vi disponas la horloghojn,
sed ni disponas la tempon.
El afgano talibán
dijo al soldado extranjero:
vosotros tenéis reloj,
nosotros tenemos tiempo.
3 comentarios:
Excelente, la copla.
Hola Jorge, claro que me conoces, soy la sobrina de Gelo!!!
besos
your time in Valladolid sounds like the most wonderful dream! i like very much your careful description of where you were, what you did... your writing shares such details it makes me 'wish i were there.'
love it!
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