31.5.10
25.5.10
24.5.10
criaturas acuáticas
Qué tendrá el mar, que a la primera ocasión manadas enteras de humanos migramos a la costa para darnos un chapuzoncillo y, si las circunstancias lo permiten, para disfrutar de los placeres que ofrecen los chiringuitos o, mejor aún, la casa de unas amigas cerca de Mazarrón...
Después de la animada fiesta nocturna y del desayuno en la playa, ¿hay quien se pueda resistir a un bañito en el Mediterráneo?
Pues sí: hay quien prefiere la tranquilidad de la piscina...
Besos y abrazos, ¡y buen verano a todos!
18.5.10
17.5.10
Córdoba
calçots y hamburguesas
Lo bueno de las visitas, aparte de la compañía, es que a menudo traen cosas ricas de beber o de comer, como los en este blog ya famosos calçots.
Una vez limpios, van al horno con un chorrito de aceite, sal y pimienta.
Con un manojo de estas proporciones y la dosis correspondiente de salsa romesco, amén de vino tinto y otros manjares de acompañamiento, se puede hacer en el mismo Madrid una exquisita calçotada.
A la mañana siguiente, fuimos al restaurante In Situ (calle Valverde 40) a probar el abundante brunch (desayuno-almuerzo) de los domingos. Aquí se me ve con Charlotte y Elías.
Y aquí, con la espectacular hamburguesa que, entre la tostada, el zumo, el café y el yogur con frutas por una parte, y el brownie de postre por la otra, contribuye a que uno se vaya más que contento.
Y con esto parece que por fin acabó el invierno...
4.5.10
exposición "Sublime Taiwán"
Del 4 al 14 de mayo, en la sala de exposiciones de la primera planta del Pabellón de Servicios Universitarios de la Universidad Autónoma de Madrid (más conocido como Pabellón B, junto a la estación de cercanías de Cantoblanco), se puede visitar la muestra de 4 fotógrafos taiwaneses titulada "Sublime Taiwán".
en un lugar de la Vera
Como cada día que pasa me da más pereza escribir y describir, una vez más dejo a vuestra imaginación completar la historia que sugieren estas tres fotos del "finde" que acabamos de pasar con Lin y Cristóbal en un lugar de la Vera (provincia de Cáceres, en Extremadura). Yo repito camiseta (véase la entrada previa, sobre Chinchón), y en la de Chen se lee la frase "tu abuela es taiwanesa", sinónima a la de la mía pero con más chulería, si cabe.
Lo del "cazador cazado" va camino de convertirse en mi especialidad o género fotográfico por excelencia.
de Pintón a Ching Chong
El primer fin de semana después de Pingtung (que se pronuncia Pintón), Chen y yo fuimos con la familia de mi hermano Carlos a la localidad de Chinchón (creo que hay una ciudad con un nombre prácticamente idéntico en Corea del Sur).
En la camiseta que llevo puesta, regalo de Fenyuén, se lee una frase en taiwanés, escrita con ideogramas chinos, que dice "tu padre es taiwanés", y en la que "tu padre" realmente es el equivalente de "yo mismo", "mi menda", "el puto amo" o cualquier otra forma coloquial, vulgar o chulesca que se nos ocurra con este significado.
Y aquí estoy con mi hermano, cuñada y dos sobrinas (no doy nombres, que hay much@ depravad@ suelt@), delante del castillo de Ching Chong.
20.4.10
Palestina, de Joe Sacco
No sé si llamarlo cómic, novela gráfica, reportaje... En cualquier caso, os lo recomiendo. Así estaba Palestina a principios de los 90, y las cosas no parecen haber mejorado.

13.4.10
el sistema

Si algo he sacado en claro de recientes lecturas de índole política es que el sistema en que vivimos no se llama "democracia parlamentaria" ni "estado de derecho" sino "sistema capitalista", por lo demás extendido a las práctica totalidad de nuestro mundo y, por tanto, del planeta. La diferencia con otras variantes del capitalismo de hoy en día, como por ejemplo el "comunismo chino" o la "democracia iraní", es que aquí tenemos bastante libertad de información y de expresión. Uno puede buscar información sobre casi cualquier tema (la dificultad estriba en encontrarla, en que sea de fiar o, simplemente, en saber de su existencia), algo que no ocurre en China o (creo entender) en Arabia Saudí; claro que hay temas de los que nunca se habla, como por ejemplo del porraimos u "holocausto gitano". Uno también puede decir (casi) lo que se le antoje (siempre que no se meta demasiado con el rey, el papa y similares individuos), aunque decirlo normalmente no sirva para nada. Hay otras diferencias, como que los gueis y las lesbianas aquí puedan casarse o besarse (en algunas calles de unas pocas ciudades), lo que no deja de suponer un avance.
Ahora bien, lo cierto es que nada de lo que se diga o se haga puede cambiar el sistema. Somos libres de votar cada 4 años a partidos que, cuando lleguen al poder, por muy "de izquierdas" que se proclamen, jamás podrán hacer una política de izquierdas (salvo en la superficie) ni política alguna que pretenda cambiar de verdad el sistema, es decir, este mundo regido ciegamente por el capitalismo. En ésas estamos.
Ahora bien, lo cierto es que nada de lo que se diga o se haga puede cambiar el sistema. Somos libres de votar cada 4 años a partidos que, cuando lleguen al poder, por muy "de izquierdas" que se proclamen, jamás podrán hacer una política de izquierdas (salvo en la superficie) ni política alguna que pretenda cambiar de verdad el sistema, es decir, este mundo regido ciegamente por el capitalismo. En ésas estamos.
Mao
En Pequín, ante el retrato de Mao de la plaza de Tian An Men o su reproducción en los billetes de banco de la moneda china, sentí la misma repugnancia que me producen la simbología y el imaginario franquistas (estatuas del dictador, banderas con el aguilucho, la cruz de la victoria, los arcos de triunfo, el tardofranquismo que aún perdura etc).

La Puerta de la Paz Celestial (Tian An Men) en Pequín
Por suerte, aparte de la plaza y de la pasta, sólo me he encontrado al miserable de Mao en la esfera de los relojes de pulsera que se vende a los turistas, perfecta imagen del capitalismo dirigido por el "Partido Comunista" que impera en la China actual.

El careto de Mao en un billete verdadero y uno falso
Acerca de Mao Tse-tong (así hay que pronunciarlo), recomiendo leer el excelente artículo "Larga vida al presidente Mao" (pincha aquí), de Antonio Muñoz Molina.
3.4.10
la escala
Camino de España aprovechamos la escala entre dos vuelos para visitar un lugar donde aún circulan triciclos motorizados...

... y donde también se come cocido chino...

... así como pinchos de todo tipo, por ejemplo de estrella de mar (yo probé uno)...

... y donde incluso Escorpión quemadito por el sol de Taiwán degusta o devora un escorpión churruscadito...

¿Sabéis ya a qué lugar me refiero?

En efecto: se trata de Ávila.
taiwaneando
Después da casi 3 años sin ir yo por allí (Chen sí había vuelto un par de veces entre tanto), acabamos de viajar a Taiwán. Nuestra sobrina Nǎilín, a la que conocí cuando sólo era un bebé, ha crecido en todo este tiempo, convirtiéndose en una chiquilla despierta, habladora y bastante traviesa.

Como me siento entre vago y perezoso (cosas del jet lag y de la edad), me contentaré con mostrar algunos de los reencuentros ocurridos durante este viaje. Por ejemplo, con Atia, hermano menor de Chen, brindando con cerveza de marca Taiwan en un puesto de lǔwèi (carnes, verduras y otras cosas cocinadas en caldo) de un amigo suyo.

O con mi primer desayuno en una típica desayunería taiwanesa: tortilla de verdura y bebida de té verde con leche.

No podía faltar "mi templo" en Pingtung.

Por último, una foto en el puerto de Kaohsiung con Rocío y Fran, pareja de amigos que se nos unieron en este punto del viaje.

Podría mostrar y contar mucho más, pero, como bien dice mi cuñado Llorenç, el que quiera verlo que vaya y lo vea.
16.3.10
cosas de niños
15.3.10
cosas del papel
barceloneando
En febrero de 2007, hace ya tres años, Chen y yo estuvimos unos días en Barcelona con el objetivo o pretexto de comer calçots. Hace poco surgió de nuevo el tema en una conversación de sobremesa, de modo que nos animamos a repetir la experiencia, es decir, a pasar un fin de semana en Barcelona en compañía de viejos amigos. Mas hete aquí que, hablando por teléfono con otros amigos barceloneses, nos invitaron a acompañarlos la mañana del sábado a Sitges, ciudad que yo había visitado de pequeño pero de la cual no recordaba absolutamente nada. De Sitges, antes que vagos recuerdos, tenía tan sólo el falso prejuicio de que sería la típica localidad turística benidormecida (toma topicazo). Pues no; por el contrario, conserva un pequeño casco antiguo en el que resulta muy agradable darse un paseo viendo el mar antes de tomarse un vermutito con la tapa correspondiente en un bar muy acogedor al que nos llevaron estos amigos.
De vuelta a Barcelona, ayer domingo Chen y yo volvimos al mismo lugar donde practicar ese deporte de riesgo que tanto nos gusta, el de calçonautas, para lo que se requiere un atuendo especial proporcionado por el propio restaurante:
De vuelta a Barcelona, ayer domingo Chen y yo volvimos al mismo lugar donde practicar ese deporte de riesgo que tanto nos gusta, el de calçonautas, para lo que se requiere un atuendo especial proporcionado por el propio restaurante:

¿Estaban ricos los calçots? Una imagen vale más que mil palabras...
celebraciones
Siempre hay algo que celebrar. Cualquier pretexto es bueno. Si no hay que inventárselo, mejor. Si se dispone de una fiesta estupenda, como el Año Nuevo Chino (¡hola, tigres y tigresas del mundo!), ¿qué más se puede pedir? Y por si eso no bastara, son tres mozas taiwanesas (Avis, Hsiao Lu y Chen) las que se encargan de revisar con suma atención la carta para elegir los mejores platos...

Así que aquí nos tenéis (Alex, Julio y yo junto a las tres formosianas recién mencionadas), hace ya más de un mes, en torno a la mesa coronada por la olla o caldero donde se va preparando el tradicional cocido chino.

¡Pero una fiesta como esta da para mucho más! Hay que seguir celebrándolo, esta vez con Lin y Cristóbal, en un restaurante vegetariano de camareros tardonamente apresurados y meteprisas al que probablemente no regresemos nunca.

Momento mojito con Cristóbal (el cazador cazado):

Días más tarde, cuando el tigre del 2010 ha dado ya las primeras docenas de sigilosos pasos, volvemos a celebrar esto mismo o cualquier otra cosa (tanto da) con otros buenos amigos, Charlotte, Miguel y familia, en un restaurante de fusión asiático-americana cercano a Tribunal.

Lo dicho: siempre hay algo que celebrar...
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24.2.10
qué hacer con el capitalismo
Acabo de leer el libro Educación para la ciudadanía. Democracia, capitalismo y estado de derecho, de Carlos Fernández Liria, Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, y que, como bien dice la página de la que he tomado prestada la imagen de la cubierta (del genial Miguel Brieva), "no es exactamente un libro de texto para 2º de ESO sino más bien una revisión crítica desde la izquierda de los contenidos de esta nueva materia". En mi opinión, se trata de un texto intermedio entre el ensayo y el panfleto, con más denuncia que preguntas y, por supuesto, que respuestas, pero que al menos da que pensar o hace repensarse algunos de los mitos y falacias más firmemente arraigados en el parecer de las gentes.

A mí no me cabe ninguna duda de que el capitalismo, sistema parido por Europa y sus derivados (lo que se suele llamar "Occidente") y extendido hoy en día prácticamente por todo el planeta, es un sistema demencial que ha transformado el mundo, todo el mundo, en un degradante mercado de seres humanos y para el que parece que no hay alternativa posible (desde luego no lo fueron los experimentos "comunistas" de criminales como Stalin o Mao). La noción de dinero es un lenguaje sin el cual somos incapaces de tratar el mundo humano y el universo en que este mundo se aloja. Como invenciones humanas, esa noción y ese lenguaje me parecen de las más desafortunadas de nuestra historia. Da la impresión de que ni los individuos ni siquiera los gobiernos, sean del signo que sean, pueden hacer nada para modificar sustancialmente esta situación. Cada cierto tiempo una crisis del capitalismo se lleva por delante las economías de cientos de miles o quizás de millones de personas, pero (salvo parches como los aplicados por Obama y compañía) nada se hace al respecto, como si se tratara de una catástrofe de la naturaleza. Los privilegiados que vivimos en el primer mundo podemos decir que tampoco vivimos tan mal, aunque tengamos que aguantar nuestras jornadas de treintaitantas horas semanales durante no-sé-cuántas semanas al año a lo largo de 30 ó 40 años de vida laboral, atados a nuestras nóminas e hipotecas, madrugando para que nuestros benefactores los empresarios se sigan sacrificando por el bien de la especie al tiempo que aumentan sus beneficios. Pero nuestro bienestar es el anverso del horror en el que viven el resto (la mayoría) de los habitantes del globo: penuria, precariedad, pobreza, explotación, enfermedades, hambrunas, guerras.

¿Qué se podría hacer, pues, con el capitalismo? ¿Realmente no hay alternativa? ¿Por donde se podría empezar?
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20.2.10
constrúyete a ti mismo
He llegado a la conclusión de que no quiero construir nada en la vida. Al menos, nada pretendidamente importante, con vocación de duradero.

Otra cosa son los pequeños proyectos, los planes de poca envergadura. Como querer leerme los libros que abarrotan las estanterías de mi casa, demasiados ya para los años que tengo, a ver si así, leyéndolos, poco a poco consigo ir desprendiéndome de ellos.
Otra empresa, más modesta y por tanto quizás realizable: transformar en poemas las ideas o imágenes anotadas con diminuta letruja en la agenda que llevo siempre en el bolsillo. Creo que con esto, de momento, acaban mis ambiciones.
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