3.2.05

formosaurio

Confirmado (de momento): retomamos la fecha prevista en un principio, el día 16. Cambiando de tema, hace un par de días hicimos una breve visita a Kaohsiung para buscar la partida de nacimiento de Chen (ah, esos mandarines...). Saltándome una vez más todos mis prejuicios, entramos a comer en un McDonalds, donde al menos sirven pollo frito como les gusta a los taiwaneses, un poco picante. Finalmente opté por una hamburguesa de pollo con pan de arroz: el pan era una masa blanda pero compacta en la que se distinguen todos y cada uno de los granos de arroz, como si de material de embalar se tratase. Estaba bastante buena para ser una hamburguesa. Pues bien, ayer leí que se trata de un nuevo producto recién lanzado por McDonalds, precisamente el día que yo me atreví a probarlo y de momento sólo en Taiwán. Estoy por volver para que me hagan un certificado o diploma, como cuando cruzas el llamado círculo polar ártico en Rovaniemi.

En cuanto a las acuarelas, hoy he copiado del periódico la figura de un diplodoco, pero he decidido bautizar mi dibujo con un nombre más apropiado y cariñoso: Formosaurio.

Ayer también casi me atropella una moto tripulada por tres individuos pertenecientes a esa edad llamada jumentud (de jumento), mientras yo montaba en bicicleta. Cruzaron a dos centímetros de mí a toda hostia, pero por suerte ni me rozaron. La chica, que creo que iba en medio (a lo sandwich, en una especie de menage-a-trois sobre ruedas) soltó un alarido de esos que se entienden aunque no sepas ni jota de chino. Yo, al intentar evitarlos, y gracias a lo torpe y patoso que soy en lo que a la psicomotricidad se refiere, perdí el equilibrio, fui a dar con un coche aparcado y después me caí con todo el equipo hacia el lado contrario. No me pasó nada aparte del susto y de que se salió la cadena de la bici, que luego Chen se encargó de poner en su sitio (si no os habíais dado cuenta, también soy un manazas o, como dicen en Finlandia, tengo el pulgar en mitad de la palma de la mano).

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