Escribo desde el aeropuerto, terminal T4-S, camino de Bruselas. Hace un rato, desde casa, he puesto en la entrada del blog inmediatamente anterior a ésta el poema "epitafio", dedicado a un vencejo, y que os enviaba ayer por correo electrónico. Pues bien, resulta que horas después de mandároslo fui con mi amiga Amparo a ver otro documental de Werner Herzog, de cuya existencia me enteré por casualidad el día anterior (el del estreno) al pasar por delante de los cines Verdi, en los que se proyecta. Los que no hayáis visto la ya excelente "Grizzly Man" no podéis perderos ésta. Se titula "The white diamond" ("El diamante blanco") y trata del proyecto de un ingeniero inglés apellidado Dorrington que construye un dirigible biplaza para poder filmar desde muy cerca y en silencio la fauna y flora de las copas de los árboles en la selva de Guyana (antigua Guayana Británica). Dejaos de supermanes y demás infantilidades pseudomesiánicas e id a ver sin falta este diamante en bruto, que lo tiene todo: belleza, poesía, tragedia, humor... incluso vencejos; y que, en particular, nos permite asomarnos a las vidas de un puñado de personas un tanto majaretas, irracionales, impulsivas, es decir, asombrosamente normales.
Otra película imprescindible es "Cruzando el puente: los sonidos de Estambul", de Fatih Akin, director de "Contra la pared" ("Gegen die Wand"), uno de cuyos músicos alemanes (cuyo nombre no recuerdo aunque se trata del verdadero autor de esta maravilla) se quedó tan enganchado con la música turca que decidió volver a Estambul y filmar este documental sobre sus gentes y sus músicas, desde cantantes tradicionales a lo Rocío Jurado al rock, el hip-hop o instrumentos como el "saz" y el "ud" pasando por los músicos de la calle (que tocan y viven en ella).
He ido a ver también "Soy Cuba", de Mijaíl Kalatozov, producción cubano-soviética de 1964. La primera hora es excelente, pero a partir de cierto momento empecé a bostezar y creo que di alguna que otra cabezadita (reconozco que fui a la sesión de las 22h30 y que dura 140 minutos).
Hace unas dos semanas pusieron en Televisión Española los cinco cortometrajes premiados en no sé qué certamen nacional. Me gustaron todos menos el último, que (¿por casualidad?) recibió el premio especial del público. Había uno argentino ("Medianeras"), otro sobre una pintora, otro sobre un profesor de instituto que sale del armario... Intentaré buscar más datos y poneros al corriente.
Dos días más tarde, en el mismo programa (¿"Versión española"?) emitieron "Monos como Becky", de Joaquín Jordá, película (semi)documental sobre Egaz Monís, el médico portugués que inventó, o mejor dicho perpetró, la lobotomía o leucotomía. Muy interesante y recomendable (la peli, no la técnica).
Por último, esta semana que ya acaba he visto en Estrasburgo otras dos películas dignas de mención. En primer lugar, "Sisters in law" (juego de palabras entre "Hermanas en la ley" y "Cuñadas, hermanas políticas"), de Kim Longinotto y Florence Avisi, sobre una localidad de Camerún donde la jueza, la fiscala etc son mujeres que imparten justicia sin que les tiemblen la voz ni el pulso, en casos que van desde demandas de divorcio presentadas por mujeres musulmanas; el mal trato continuado de una mujer a su sobrina de 4 años, a la que azotaba con una percha; o la violación de una joven menor de edad por un desaprensivo.
La segunda, "Shooting dogs" ("Disparando a los perros"), de Michael Caton-Jones que, con actores profesionales (como John Hurt) y otros, recrea el exterminio de 800.000 tutsis a manos de los hutus en Ruanda entre abril y julio de 1994. Tiene algunos momentos duros, inevitables, pero no se recrea en la violencia.