Hace días que no escribo nada en el blog, supongo que porque en estos últimos tiempos no tengo nada que añadir a los millardos de palabras que se piensan, pronuncian o publican segundo tras segundo en todas las lenguas del planeta. Sólo quiero que sepáis que sigo aquí (ved la foto), y que desde aquí os escribo. Os dejo con una cita del libro "La revolución fundamental", de J. Krishnamurti. No la toméis como algo personal, dirigido a nadie de vosotros en particular, sino como un diagnóstico genérico y muy certero sobre el único problema al que en verdad se enfrenta la humanidad.
13.2.08
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7 comentarios:
La auto-incomprensión y el proceso de búsqueda (de la comprensión) no sólo genera miseria. También arte y belleza.
n.
Esto es el efecto curativo de los blogs. Escribimos mucho. Escribimos tanto que de repente nos quedamos sin palabras. Sobreviene el silencio, primer paso para vernos sin espejo. Luego, autocomprensión, curación, su ruta...
Y sí, de lo que tendríamos que hablar se habla poco. (es que hay tan poco para decir).
abrazo desde la Patagonia.
Tal y como entiendo yo la cita de J. Krishnamurti, las personas que engendran cada vez más miseria son aquéllas que ni se comprenden, ni saben que no se comprenden (no suelen ser conscientes de ello) y, por tanto, que no buscan comprenderse. Son aquéllos que viven en el autoengaño, la cerrazón y la ceguera. otra cosa muy distinta es la gente serena o espontánea que vive bien como está, sin retorcimientos.
Totalmente con nuriiii, y, provocadora, me permito añadir: y conocimiento. No acabo de entender la diferencia entre los que no se conocen ni buscan comprenderse y la gente serena no retorcida. Si unos y otros no se comprenden y no comprenderse genera miseria, ¿por qué sólo unos la producen? Por otro lado, ¿no es retorcido querer comprenderse? Para empezar, supone que hay algo que comprender, algo así como un "yo" que permanece o subyace bajo la corriente de mis sensaciones y estados mentales en constante cambio. Salud! Menchu
¿Existe gente serena, no retorcida? No lo sé, pero a veces lo parece. No pongo la mano en el fuego, tal vez no sea sino una leyenda urbana o un mito como el de Shangri-La o el del cementerio de los elefantes. Todos somos neuróticos, pero unos lo son más que otros. Aunque suene a paradoja, comprenderse a uno mismo puede significar darse cuenta de que no hay tal "yo", de que no hay permanencia ni identidad por debajo o por detrás de ese flujo o torbellino en continuo cambio. Y de que en esto nos parecemos todos. Con eso ya se avanza bastante...
En cualquier caso, y en previsión de nuevas objeciones, avanzo una de mis máximas preferidas: "Sea lo que sea, estoy en contra".
'...silence teaches me to love my brothers for what they are, not for what they say.'
Uff, vaya lío. Creo sinceramente que los retorcidos somos nosotros... :)
n.
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