31.12.06

un regalito

Hola desde Lisboa,

Pensaba contaros que ayer, para despedirnos del 2007 [error: fue para darle la bienvenida], fuimos a ver "OO7. Casino Royale", malísima película sin guión, con excelentes escenas de acción y pésimos diálogos...; que en Lisboa la temperatura es estupenda, de más de 15 grados, y que nos pasamos el día comiendo, sobre todo dulces; que mi dilema sobre el móvil en Nochevieja se ha resuelto al adquirir una tarjeta de móvil portugués, lo que me desconecta telefónicamente de la vecina Espanha... Pero he aquí que, tras un día entero sin entrar en internet, me encuentro con la noticia del cobarde atentado de ETA en la T4 de Barajas de ayer por la mañana, que al parecer ha matado a dos personas.

Pues bien, me niego a que la acción estúpida y criminal de esos asesinos sin principios me impida hacer lo que pretendía, a saber, desearos una feliz Nochevieja y un feliz 2007 y recordaros que nosotros lo empezaremos a celebrar una hora antes [rectifico de nuevo: de hecho, una hora después, claro]. Así que, como tenía previsto, quiero obsequiaros con un regalito, el regalo con el que César Mallorquí ha premiado a los fieles lectores de su blog; podéis buscar el vínculo a la derecha de esta columna (la entrada del 27 de diciembre), o directamente en:

http://fraternidadbabel.blogspot.com/

25.12.06

el papa hasta en la sopa

Menos mal que tengo Euronews y la BBC para ver las noticias, con lo que me ahorro el 99% de la actualidad política española y, sobre todo, el soporífero mensaje navideño del rey. Lo que no he podido evitar es el sermón urbi et orbi del papa Ratzinger, aun más carca y retrógrado que su predecesor en la dictadura vaticana. Y digo yo, ¿por qué se le hace tanto caso, se le da tanta cancha a las gilipolleces que dice este individuo? ¿No se podría entrevistar, por ejemplo, a Nelson Mandela o a Scarlett Johansson?

móviles de oro

Varias personas me habéis hablado esta mañana de vuestro escaso o inexistente espíritu navideño, después de la cena familiar de Nochebuena, que nosotros pasamos anoche con dos parejas de amigos. A estas alturas de la película la navidad sólo se la creen los niños y las perras (como Luba, la bóxer de 11 años de Rakel y Víctor, que ayer se puso hasta las orejas de comer pularda, pan blanco y queso de cabra mientras lucía un lazo verde muy vistoso; ¡si hasta probó el tinto!).

Supongo que todos recibimos anoche más de un mensaje de "Feliz Navidad" en el teléfono móvil; yo, cada vez que oía el bip-bip de recepción de uno, me adelantaba (como si fuera telépata) a informar de su contenido sin que el destinatario tuviera tiempo de leerlo por sí mismo, y, claro, creo que siempre acertaba. Como escribí en respuesta a una de estas felicitaciones (que agradezco, aunque pudiera parecer lo contrario) con estos mensajitos se forran los teleoperadores, lo que redunda en beneficio de la humanidad entera y, de paso, nos hace a todos más felices. Pues bien, como el miércoles nos vamos una semana a Lisboa a pasar la Nochevieja y el Año Nuevo, he decidido que no voy a responder a los sms que me lleguen, y que probablemente desconectaré el móvil para ser coherente con este discurso cascarrabias.

A Chen la sorprende que en Europa se mantenga durante 7, 8 ó 9 años a los niños en la mentira colectiva de los Reyes o Papá Noel (aka Santa Claus); en Taiwán, los niños saben quién les hace (les da) el regalo, que, por otra parte, suele ser un sobre rojo con dinero. Lo nuestro se parece bastante a "El show de Truman" pero patrocinado por El Corte Inglés. Luego, cuando te enteras del timo, te conviertes en un descreído para el resto de tus días. Y, como contaba Víctor, que no se te ocurra pasearte con una camiseta que diga "Queridos niños, Los Reyes Magos son papá y mamá", porque te llamarán hijoelagranputa y querrán partirte la cara, aunque la llevaras puesta en una discoteca a las tres de la mañana.

En cualquier caso, lo más sorprendente no es que mintamos a los niños con la excusa de la ilusión o la inocencia, sino que lo hagamos también entre adultos con tanto espíritu navideño, tantas felicidades fingidas y forzadas. Ya lo decía mi vecino Lorenzo: "¡¿Cómo puede ser verdad tanta mentira?!"

22.12.06

felices fiestas


Disculpad, en primer lugar, que no enviemos tarjetas. Ha sido un año duro en varios sentidos, a lo que se suma una enorme pereza...

Pues bien, un año más nos encontramos aproximadamente en el día más corto y la noche más larga del año, fiesta pagana que todos celebramos con el nombre otrora cristiano de Navidad. Con la particularidad de que, gracias al cambio climático, ahora podemos disfrutar de la contemplación de moscas en diciembre, de avispas en invierno, tanto en Bruselas como en Madrid.

Como bien decía Elvira Lindo en su columna El Belén en la última página de El País del pasado miércoles, la Navidad no pertenece sólo a los creyentes, y un belén es un cuento que pertenece a la cultura popular. En otras palabras, que os deseamos a todos unas felices fiestas y un nuevo año de 2007 suave y placentero.

No sabía si ilustrar este mensaje con una foto de Chen y mía, o con otra del duende navideño finlandés pintado sobre un pequeño leño (y dale con la rima) que preside permanentemente nuestro salón desde encima del televisor, pero al final he optado por una vista de la Tierra desde la Luna, la misma con que me encuentro cada vez que enciendo o apago el ordenador.



Besos y abrazos