Acabamos de volver de Venecia, donde hemos pasado tres noches, del día 25 al 28. Yo ya había estado allí varias veces, primero como turista y luego como guía, hará entre 15 y 20 años, pero Chen todavía no conocía Italia. Por suerte no nos han pillado ni la lluvia ni el acqua alta de hace unas semanas; los días han sido fríos, muy fríos, pero soleados y luminosos. Lamento que apenas veáis la vieja y hermosa ciudad de Venecia en estas fotos, pero he de confesar que el arte de la fotografía no es lo mío y que haréis mejor en imaginárosla vosotros solitos (con lo que de paso desaparecerán de la imagen las decenas de millares de turistas que, como nosotros, la abarrotan día tras día durante todo el año).
Aquí veis a Chen en el traghetto, especie de góndola grande que, por medio euro, permite cruzar el Gran Canal en determinados puntos alejados de los 4 grandes puentes, como si se tratara de una pasarela o un paso subterráneo (las góndolas propiamente dichas son el equivalente, por ejemplo, de un paseo en coche de caballos por el centro de Sevilla, obviamente con un precio muy superior, de varias decenas de euros).
Los italianos han conseguido difundir su comida por todo el mundo, sobre todo la pasta y la pizza, que, sin embargo, en Italia suelen ser respectivamente primer plato y tentempié. Una de las noches cenamos pizzas en la osteria y trattoria Al Nono Risorto, al lado de nuestro hotel (Il Nido di Giulietta e Romeo, en Campo San Cassian). Claro que también hemos probado segundos platos de carne o pescado, así como los cicchetti o tapitas y los antipasti o entrantes como las sarde in saor (sardinas en escabeche) y el baccalà mantecato, acompañados de vino tinto, blanco o el prosecco (blanco espumoso) típico de Venecia. En esta foto brinda conmigo el muy amable y divertido jefe de la taberna Vinus Venezia, justo enfrente de la igualmente recomendable osteria Al Pantalon, junto al Campo San Rocco.
Pongo esas fotos para daros sólo momentánea y superficialmente la razón a los que erróneamente pensáis y afirmáis que Chen y yo estamos todo el tiempo viajando y zampando. No es cierto; lo que ocurre es que éstas son las imágenes más personales, diferentes de las fotos de canales, puentecitos y góndolas que podéis encontrar en otros blogs, libros y guías. Reconozco que no hemos visitado ningún museo, y que la basílica de San Marcos la hemos visto sólo desde fuera; yo pensaba visitar el Museo de Arte Erótico, pero parece que ha cerrado para siempre ("finito", me dijo el camarero al que pregunté). Fuimos a la isla de San Giorgio Maggiore y vimos varios cuadros, entre ellos uno de Tintoretto, La última cena (vaya, otra vez topamos con el dichoso tema de la comida). Al menos una tarde, mientras buscaba obras de Zoran Music para mi amiga Silvia, recorrí los tres locales de la galería Contini, en el primero de los cuales estuve casi una hora hablando en italiano (bueno, más bien en latín vulgar) con una italiana muy simpática, enamorada del escultor Igor Mitoraj, y que luego resultó ser rusa (casada con un veneciano, por cierto). En fin, que si lo que queréis es arte, lo único que puedo ofreceros es la captura de una pintada alusiva a la base de los EEUU en Vicenza:
Para terminar, un brindis desde la osteria Anice Stellato, en Cannaregio. Chen toma tinto, y yo, spritz, aperitivo veneciano introducido por los austriacos en el siglo XIX y que consiste en prosecco, soda y bitter (en este caso, Aperol).
¡Feliz 2009! ¡Salud y alegría!
5 comentarios:
No me dais envidia, no me dais envidia, no me dais envidia. ¡No me dais envidia!
¡A mí tampoco me dais envidia!
¡Ya te puedes buscar buenos argumentos para convencernos de que no estáis siempre viajando y comiendo, porque no cuela!
Envidia de la insana, como toda envidia...
Besos a tí y a Chen,
nuria.
Como decía Superratón (¿o era Porky?), "no se vayan todavía, aún hay más"...
¡Hola!
Yo y Siru somos felices de vuestra visita en Venecia :-)
Muy compreneble, Nicola está scribendo en su hispana tremienda :) (fakte, mi tute ne regas la hispanan kaj aldoni -s al la italaj vortoj ne chiam funkcias, shajne...)
¡besos y abrazos de Turku!
Nicola y Siru
No problemo!
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