15.8.06

de tifones y hombres

La semana pasada os hablaba de que el calor “abrasador” me “abrazaba” o algo similar. Se trata de un calor húmedo muy diferente al seco de Madrid, éste sí abrasador en sentido estricto, así que supongo que me dejé llevar en la descripción por la similitud sonora de las dos palabras. Entonces se dio también la formación simultánea de 3 tormentas tropicales en el Pacífico. Un día antes de que llegara la primera, llamada Bopha, la Oficina Meteorológica Central de Taiwán pronosticaba que se encaminaba hacia el sur de la isla (Kenting), mientras que la armada de EEUU anunciaba que entraría por la costa este (Hualien); al final, se desvió hacia el norte y no hubo problemas. Tampoco se produjo el llamado efecto Fujiwara (de interacción, rotación y/o alimentación mutuas entre dos tifones) con el Saomai, que venía tras sus pasos. Éste también pasó de largo por el norte (es decir, por encima del larguero derecho a las gradas) y descargó su potencia directamente sobre China, donde hasta el momento se lo considera el peor sufrido en 50 años, con unos 300 muertos según las últimas cifras facilitadas por las autoridades comunistas. En cuanto a la tercera tormenta o depresión tropical, parece que se disipó en el océano.

Para China ha sido el octavo tifón de una temporada que en lugar de comenzar en julio (como era habitual) lo ha hecho en mayo. Hay consenso científico acerca del calentamiento del mar, que interacciona en las regiones tropicales y subtropicales con corrientes más frías procedentes de la fusión de los hielos polares, debida también al calentamiento de la tierra. Como veis, se trata de una espiral ascendente: cada vez habrá más, y más violentos, tifones, al tiempo que otras zonas vastísimas de China se ven azotadas por una sequía sin precedentes que afecta a millones de personas.

Esta mañana el periódico anuncia la formación de dos nuevas tormentas tropicales: Sonamu (a unos 920 km de Okinawa, moviéndose a 25 km/h en dirección E-NE) y Wukong (me ahorro los detalles). La velocidad de los vientos es mucho mayor que la de desplazamiento lineal de una tormenta. Ahora bien, como los centros (u “ojos”) de ambas distan unos 1300 km, no se prevé que se produzca el temido efecto Fujiwara. De modo que, por ahora, hace tiempo soleado y sin lluvias en casi todo Taiwán, lo cual podría cambiar durante el fin de semana y de manera impredecible, pues las previsiones meteorológicas sólo abarcan algunas horas y no siempre coinciden unas con otras. Esto significa que, cuando la amenaza parece inminente, el gobierno taiwanés declare un día de alerta, Día de Tifón, para facilitar las labores preventivas y de protección. Si algo de todo esto ocurre, os tendré informados.

14.8.06

volando voy



Ayer por la tarde me animé a subirme a un ultraligero (el MAO 23M) en el pequeño aeródromo de Kao Shu (Gran Árbol), al pie de las montañas donde se encuentra Santimen, pero un poco más al norte, para sorpresa de los amigos y sobre todo de Chen, que, sin que yo me enterara (pues lo hizo en chino) había apostado la cena con ellos a que yo no me atrevería a montarme, dado que me da miedo ir de paquete con ella en la moto... Pues perdió la apuesta. No imaginaba que, después de haber visto despegar y aterrizar a varias de estas libélulas de tela y aluminio, no podría resistirme a semejante oportunidad.

Volamos unos 10 minutos, primero por encima del río Ailiao, de los cultivos de piña, mango, betel y los estanques para la cría de patos, en dirección a las montañas. Sobrevolamos algunas aldeas y un cementerio, así como un enorme campo de golf cuya existencia desconocía. Al acercarnos a la montaña, en la que algunos desaprensivos practicaban el parapente, giramos para volver a la pista de hierba, disfrutando de una vista estupenda coincidente casi con la puesta de sol, mientras caían sobre nosotros las primeras gotas de un amago de lluvia.

8.8.06

las cosas en su sitio

Hola a todos desde Pingtung, Taiwán, adonde llegué ayer a mediodía.

En el avión leí un interesantísimo artículo de Rafael Sánchez Ferlosio, publicado en "El País" del 6 de agosto y titulado "Glosa sobre Israel", que responde al de Mario Vargas Llosa "Israel y los matices", acerca del cual envié una carta al director del mismo periódico hace un par de semanas. RSF pone, como siempre, las cosas en su sitio, entre ellas al "miserable" de MVL (no se me ocurre mejor adjetivo para describir la cobardía intelectual a la que nos viene acostumbrando desde que decidió convertirse en interesado opinador político).

Por si no lo tenéis a mano, el blog de JAMS lo reproduce entero (al final de la entrada a la que conduce este vínculo):

http://blogs.20minutos.es/martinezsoler/post/2006/08/06/no-hay-soberbia-buena-y-soberbia-mala

En el vuelo más largo de los tres (Francfort-Hong Kong, 11 horas) coincidí con Roberto, un joven mitad italiano mitad alemán (padre italiano y los primeros 28 años de su vida en Italia, frente a los últimos 5 en Alemania y la madre de este país) que iba a China a estudiar el idioma y buscar un trabajo porque "mejor que en Alemania, en cualquier otro lugar". Trabaja en el sector del automóvil, pero, al contrario que en el chiste, no los lava: los vende.

El menú AVML (asiático vegetariano, es decir, comida india, caliente) de Lufthansa sirvió de transición entre el pincho de tortilla en la Dehesa de la Villa del sábado por la noche y la BBQ (barbacoa) taiwanesa a la que fuimos anoche con dos amigas, May y Kiki, después de habernos cortado el pelo Chen y yo en la peluquería de esta última, con masajes de espalda y del cuero cabelludo incluidos. Antes habíamos ido a un templo budista en el campo, en el cual reposa la urna con las cenizas del padre de Chen, en un pequeño nicho con vistas a la campiña; también fuimos a la casa de sus padres, adonde hemos vuelto esta mañana después de pasar por la desayunería de sus tíos. Si no os habéis perdido con tanto flash back y feed back veréis que, desde que al salir del aeropuerto sentí el abrazo abrasador del aire húmedo de los trópicos hasta que nos sentamos en la barbacoa con las amigas a trasegar cerveza con cubitos de hielo, mi mayor ocupación ha sido la de ponerme al día, recuperar costumbres y rutinas, volver a la normalidad interrumpida por varios meses de ausencia.