de los chimpancés y los bonobos,
de los orangutanes,
que nos privan de nuestro hábitat,
que nos condenan a malvivir en ciudades inhabitables!
¡Larga vida, oh, al viejo rey de España
que caza (es decir, asesina por placer) elefantes,
los únicos animales, como nosotros los humanos,
capaces de mostrar duelo por un muerto de su misma especie!
¡Bienvenidos a Taiji,
localidad portuaria japonesa
donde cada año se capturan a escondidas jóvenes delfines hembra
para venderlas como esclavas a engañosos delfinarios con jaulas de agua
(no confundir con una sonrisa la curvatura fija de sus bocas)
mientras que a los delfines inservibles simplemente se los mata en masa!
¡Hurra!
¡Hosana!
¡Aleluya!
Lee aquí el mismo poema en esperanto
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