En realidad se trata de migas extremeñas en Mallorca, adonde, un año más, hemos venido Chen y yo a pasar una semanita con la familia. Las fotos que os muestro son, en primer lugar, de una coca de verduras, una bandeja de rubiols de cabello de ángel y un pan, todos ellos de la cocina de una de mis hermanas; en segundo lugar, de las papas de harina, postre extremeño que se toma frío, con leche y canela; luego se me ve a mí al mando de un supercaldero de migas, al lado de mis hermanas Beatriz y María José; por último, un plato de migas con su guarnición de chorizo, morcilla, panceta y pimientos fritos. Que aproveche, camaradas...
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2 comentarios:
Hola, estimado paisano. Se me hace la boca agua con tu último post- espero que no te importe que te tutee.
He llegado al artículo sobre tu vida en la Wikipedia por el mail de un troll esperantista de Don Benito (de hace más de un mes) que querría que todos aprendiéramos esperanto para hablar con él - y al que supongo que ni siquiera conocerás.
Me ha interesado mucho tu trayectoria, porque eres traductor en la UE, porque eres escritor en esperanto - no sólo dices hablarlo como hacen muchos - y eres de opinión abierta como muestran tus entradas en los blogs.
Quizá ya conozcas nuestro proyecto (salió en Menéame hace poco) - se trata de usar el protoindoeuropeo reconstruido como lengua moderna en la Unión Europea. Puedes leer más en http://dnghu.org/en/ (mejor la versión inglesa que es la que actualizamos) - por ahora nos centramos en una gramática adaptada a las necesidades modernas y en recursos apropiados para su uso actual.
Antes de que entres, lo primero que encontrarás como última 'noticia' es una crítica global al esperanto y otras lenguas artificiales - se trata de contestar todos los flames que hemos recibido (y seguimos recibiendo) de aquellos trolls que consideran amenazada la integridad del esperantismo (o "idoismo" o "lojbanismo", etc.), cosa que en absoluto nos interesa como ya hemos comentado con anterioridad - pero lo cierto es que a veces apetece contestar después de mucho callarse...
Nuestro proyecto pretende ser europeísta más que internacional, promocionando el conocimiento del protoindoeuropeo y las grupos dialectales indoeuropeos en la UE, como medio de acercarse a su diversidad lingüística (mejor que con el inglés o el latín), y, si es posible, la adopción finalmente del IE como medio de comunicarse fácilmente entre todos.
Nos encantaría poder contar con tu ayuda y experiencia para procurar la promoción del indoeuropeo moderno en Europa - sea colaborando con Dnghu o de forma independiente - individualmente o mediante una asociación. Creemos que tú podrías influir más que muchos otros (incluidos nosotros mismos) en el éxito del proyecto en toda Europa.
Carlos Quiles, Asoc. Dnghu
(cquiles at dnghu dot org)
P.D. Habría preferido escribir mail personal, pero no encuentro dirección alguna. Si no cuadra mucho aquí, borra este comentario después de leerlo.
Hola, paisano
No, no conozco al troll de Don Benito que mencionas, que yo sepa, ni tengo interés en conocerlo. En cuanto al esperanto, sí, lo hablo y lo escribo; dentro de nada me publican el segundo poemario
bilingüe.
Del Europaio me enteré por el comentario de un colega en Bruselas. Le había resultado curioso, y como allí mucha gente sabe de lo mío con el esperanto, era normal que me lo mencionaran como curiosidad. Os busqué en internet, encontré vuestra página... y añadí un esbozo de entrada sobre el Europaio en la Wikipedia en esperanto.
Estuve ojeando y hojeando la gramática del Europaio, en su versión inglesa (pdf). En fin, siempre me ha interesado mucho toda la cuestión del indoeuropeo, protoindoeuropeo etc. Agradezco que, con la verdad por delante, afirméis que se trata de un proyecto europeísta. Lamento no poder colaborar con vosotros por varias razones:
1. Me dan igual las críticas al esperanto, al volapük, Ido o cualquiera de las muchas lenguas de la misma "familia". El esperanto me basta con usarlo, no necesito defenderlo. Mucha gente, por el contrario, dedica gran parte de su tiempo y energía a la promoción del esperanto en la UE etc. No les hacen mucho caso. Pues bien, no creo que a vosotros os lo vayan a hacer tampoco. Si defender el esperanto es cosa de marcianos, lo vuestro ya pasa del cinturón de asteroides. A la lengua que proponéis no le veo ventajas prácticas, y, si no las veo yo, créeme, tampoco lo van a hacer los que a vosotros os interesan. Os dirán que para qué Europaio si ya tenemos el inglés, el Europanto o el klingon.
2. Por razones vitales rechazo todo tipo de europeísmo ideológico, aunque pueda sonar a contradicción con mi trabajo como intérprete.
3. No sé cuáles serán vuestros motivos, pero os estáis metiendo en un sarao de los grandes. Suponiendo que tengáis cierto éxito y logréis constituir una pequeña comunidad de hablantes o usuarios de Europaio, vuestros problemas no habrán hecho más que comenzar. Cuando menos lo esperéis os encontraréis rodeados de gente pesada e impresentable ávida de figurar y medrar en un mundillo lingüístico tan reducido como el de estas lenguas. Mejor dejadlo ahora que todavía estáis a tiempo...
4. Por último, sí creo que con proyectos así desviáis la atención y el interés del público, y por tanto también recursos, sobre todo recursos humanos, de, ¿por qué no decirlo?, el esperanto, que, pese a su trayectoria de 120 años, tampoco se encuentra en situación de perder a gente con energía, ideas y talento. En otras palabras, sería estupendo poder contar con vosotros...
PS Acabo de leer vuestra respuesta (III) a los ataques, mensajes etc de esperantistas. Supongo que estaríais hasta las narices. Comprendo muchos de vuestros argumentos, pero hay otros que
no puedo compartir. Tengo la impresión de que, como le suele suceder a la gente que discute,
al final unos y otros (los esperantistas esos tan pesados y vosotros mismos) os habéis situado en los extremos irreconciliables de una discusión bipolar en la que al final todo el mundo acaba sosteniendo posturas que no había previsto, absurdas y, lo que es peor, basadas en el desconocimiento y el desinterés por los argumentos de los demás.
Un saludo,
Jorge
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