Me pregunto si son sólo Trinidad Jiménez y el resto de la delegación que viajó con ella a China quienes se adhieren a la mal llamada política de "una sola China" (¿una, grande y libre?), es decir a la doctrina de la dictadura seudocomunista de Pequín. O, lo que sería más vergonzoso y preocupante, si se trata de la postura oficial de todo el PSOE, con desprecio manifiesto a la voluntad de 23 millones de taiwaneses y a su gobierno elegido democráticamente en las urnas.
22.10.04
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